Todos (políticos, hosteleros, hoteleros) tratan de lanzar un mensaje de calma, pero la realidad es incontestable: las playas de Huelva dañadas por el temporal que azota Andalucía desde diciembre no estarán arregladas de cara a Semana Santa. Según reconoció ayer Mario Jiménez, secretario general del PSOE onubense, las vacaciones están muy próximas y "los visitantes no vendrán a bañarse en las playas", pero confió en que de cara al verano "estén listas". "Huelva va a estar como una patena", insistió, tras acusar al PP e IU de "hacerle el juego" a otros destinos turísticos con sus quejas por la lentitud en los trabajos, para los que se han liberado cinco millones.
El subdelegado del Gobierno en la provincia, Manuel Vago, incidió en este retraso al afirmar que no se pueden emprender aún las actuaciones de regeneración de la playa (en Cartaya e Isla Canela, sobre todo) porque el temporal aún amenaza con causar más destrozos. Cuando pasen los días de alerta, dijo, se actuará "a la mayor brevedad" para lograr que queden "en perfecto estado para su disfrute y para acoger la llegada de turistas". Los trabajos del Gobierno central se basarán en el movimiento de arena y en el perfilado de las playas, con el fin de evitar la presencia de escalones en los accesos. "Los daños son reparables, pero hay que esperar a que amaine", dijo.
La consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, que visitó ayer Cartaya con Bago, garantizó que, una vez evaluados los daños, se actuará con "diligencia" ante estos "nefastos" daños. "Es una prioridad absoluta de la Junta ayudar a reparar estas playas", garantizó. Su compañera, la titular de Agricultura, Clara Aguilera, visitó a su vez las casas cuevas medio derruidas por el agua en Guadix (Granada) y avanzó que contemplarán ayudas del plan de infraviviendas para estos alojamientos.
Hoy se esperan lluvias de hasta 30 litros por metro cuadrado en una hora en Málaga, por lo que Protección Civil pidió, sobre todo, alejarse de las playas.
