Un grupo de vecinos que renunció a sus viviendas y entregó dinero a ceutna se concentró ayer para reclamar su dinero.
Las 40 familias adjudicatarias de una de las 87 viviendas que promovió la Sociedad de Desarrollo de Camas (Sodecsa) y que por diferentes motivos renunciaron a ellas se concentraron ayer ante las puertas del Ayuntamiento de la localidad para exigir que se les devuelvan los 760.000 euros que entregaron a cuenta. Un dinero al que tendrán que esperar, puesto que el consejo de administración de la sociedad ha acordado por unanimidad presentar concurso de acreedores voluntario ante la situación de insolvencia de la entidad. Una vez que se presente el concurso de acreedores, un juez designará a un administrador concursal que es el que deberá decidir qué pasos se dan. Un proceso que lleva un tiempo, según confirmó el alcalde camero, Rafael Recio (PSOE).
Los afectados se quejaron de que ayer el regidor no les recibió y que llevan años solicitando que se les reintegre el dinero que entregaron como señal de las viviendas de las que eran adjudicatarios, indicó un portavoz de este colectivo de vecinos, David Gómez. Este ciudadano explicó que él entregó 14.000 euros, pero aseguró que hay vecinos que entregaron hasta 35.000 euros por un piso al que renunciaron por diferentes circunstancias, «en mi caso porque en 2012 me quedé en paro».
Gómez reconoció que anteriormente sí habían mantenido contactos con el alcalde y que incluso a él le habían citado para devolverle el dinero que entregó, «pero dos días antes me anularon el encuentro», recordó. Por ello, y ante los pocos avances para que se les reintegren las cantidades que entregaron a cuenta, ayer decidieron movilizarse e incluso están estudiando la posibilidad de presentar una demanda penal contra el alcalde: «Ahora estamos teniendo contactos con abogados para ver qué paso damos».
Recio, por su parte, admitió ayer que siente impotencia por no poder cumplir con sus vecinos y devolverles el dinero que entregaron por los pisos: «En octubre presentamos preconcurso de acreedores y desde entonces he estado trabajando para buscar una solución, pero sin resultados».
El regidor señaló que intentó con el BBVA refinanciar la deuda con el aval del Ayuntamiento, «pero fue imposible porque nos puso unas condiciones inasumibles». Asimismo, Recio planteó la posibilidad de que los pisos que no se habían vendido 87 se pusiesen en alquiler con opción a compra, sacarlos en alquiler o bajar los precios, «pero todas las gestiones han resultado infructuosas, por lo que no nos ha quedado más remedio que presentar el concurso de acreedores».
El alcalde insistió en que cuando se proyectó la promoción en 2006 no había crisis y recibimos para estos pisos 1.400 solicitudes, «pero cuando se entregaron, sólo se escrituraron 23 pisos y se produjeron 38 renuncias, 21 de ellas sin motivos».
