Real Orquesta Sinfónica de Sevilla Teatro de la Maestranza. 16 de mayo. Programa: Sinfonía nº6 Trágica, de Gustav Mahler. Intérpretes: Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Pedro Halffter, director. 14º Concierto de Abono.
****
Apoteosis sinfónica la que se vivió anoche en el Maestranza con una interpretación de la Sexta Sinfonía de Mahler que volvió a demostrar el dulce momento que, a nivel interpretativo, vive la Sinfónica de Sevilla. Obra desmedida, henchida de contrastes, aún más radical que la tan señalada Séptima del compositor, la partitura, que alcanzó los 90 minutos, permitió a Pedro Halffter y a los profesores alcanzar un nivel de paroxismo tan elevado que, mediado el Andante, la música parecía caer sobre el público como un chorro de energía inasequible, una descarga decibélica, una creación tan gigantesca que desde el podio y los atriles unos y otros músicos parecían luchar por doblegarla.
Partitura llena de premoniciones nefastas para la vida del compositor, la Sexta puede ser abordada desde variados presupuestos estéticos. Antes que sumirse en el drama, Halffter optó por una vía en la que los metales parecieron oprimir a la cuerda, en la que los arrebatos de unas y otras familias presagiaban una cruenta guerra instrumental. Tuvo también un finísimo punto sardónico. El inesperado final, especie de convulsa expiración que sorprende por más que se escucha, pudo acabar con todo lo bueno anterior, tal es su inmensa dificultad. No fue así, al pleno rendimiento orquestal hubo que añadir una conclusión acongojante, auténtica llamada a martillazos del destino esbozada en apenas un par de acordes.
