Una borrasca de diversión y emociones se acerca al Teatro Lope de Vega. El reputado clown ruso Slava Polunin vuelve a España con la gira de su espectáculo Slava’s snowshow, que ha recorrido ya más de 30 países y que recala desde hoy hasta el domingo en Sevilla, donde ofrecerá ocho funciones.
El montaje es una improvisación clown en toda regla, que reúne las historias de cada uno de los ocho personajes que aparecen sobre el escenario. Ni una de ellas se ha repetido en ninguna de las miles de representaciones que ha ofrecido este montaje.
“El espectáculo se renueva con cada representación. En sus 15 años de existencia, jamás hubo dos días iguales”, según comentó ayer en la presentación Artem Zhimolokhov, uno de los actores.
El espectáculo cuenta con una gran producción que gracias a la magia del teatro permitirá que una gran ventisca caiga sobre el público desde el escenario o que los espectadores se vean enredados en una tela de araña gigante. “No podemos desvelar los secretos de la obra, pero la nieve llegará hasta el patio de butacas. Nadie va a pasar frío, sino calor. Será la nieve más cálida del mundo”, según comentó Natalia Tabachnikova, la productora ejecutiva.
El montaje, que hunde sus raíces en el teatro ruso, permite al público pasar de la profunda nostalgia a una alegría desmesurada, atravesando momentos de gran incertidumbre y tensión. “No hay un argumento, sino distintas historias sobre el escenario, de modo que en un mismo momento puede haber alguien llorando y riendo a la vez sobre la escena”, comentó Zhimolokhov, quien añadió que las únicas acrobacias que podrán verse serán “las del alma y el espíritu”.
El público será un elemento clave dentro de esta producción, ya que el elenco clown –Alexandre Frish, Oleg Lugovskoy, el afamado payaso británico Christopher Lynan, Ivan Polunin, Viacheslav Polunin, Elena Ushakova, Bradford West y Artem Zhimolokhov– harán partícipes a los espectadores de este “divertido circo”.
La música es otra de las claves de Slava’s snowshow, ya que induce al público hacia estados de ánimo opuestos entre sí.
Slava Polunin nació en un pequeño pueblo de Rusia, lejos de grandes ciudades. Pasó su niñez rodeado de bosques y campo a la vera de un río. Construía casas de cuatro pisos en los árboles y, a través del cine y la televisión, se fue enamorando del mundo de los payasos y los mimos. Así, hasta que ser lo que es hoy se fue convirtiendo en su sueño. Influido por artistas como Chaplin o Marcel Marceau, consiguió fundar su propia compañía en 1977 e incluso algunos extractos del show que ahora llega a España fueron incluidos en la producción Alegría del Circo del Sol.
