Felizmente los políticos han abierto el debate más importante que puede abordar una sociedad: el de la educación, algo cuya importancia está vista y sabida desde siempre. Confucio, por ejemplo, ya tenía claro que donde hay educación, no hay distinción de clases. Nada hay que iguale más.
Y, sin embargo, carencias de la escuela aparte, andamos escasos de educación, que es el primer requisito para vivir en sociedad y no somos verdaderos ciudadanos si no somos antes personas educadas y respetuosas. Viene esta leve reflexión a cuento del informe de Facua de Sevilla sobre Sevici, según el cual 8 de cada 10 usuarios del servicio de alquiler de bicicletas se queja de carencias en el mantenimiento. No digo que no pase lo que denuncian, no digo que el servicio no funcione como debería, pero sí digo que ese servicio, todo lo público que se nos ofrece para mejorar nuestra vida y todo lo privado de lo que podemos disfrutar y está en la calle, debe ser respetado.
Hay ciudadanos mal educados que no saben, ni les importa, respetar lo que es de todos, y hay que decirlo. Hay que denunciar esa realidad y exigir vigilancia para que reciban la sanción oportuna quienes no saben respetar lo que está al servicio de todos. Por cierto, en Barcelona donde también funciona el servicio de bicicletas, desaparecen cada día cerca de 400 de 6.000 y 240 sufren ataques vandálicos.
Mal de muchos, consuelo de tontos, por tanto no consuela, pero esos datos son la constatación de que de un lado a otro de este país estamos escasos, muy escasos, de buena educación y desconocemos que ser ciudadanos y no súbditos quiere decir que tenemos derecho y obligaciones. Se puede aprender en la escuela pero, sobre todo, se tiene que aprender en casa.
