Cultura

Sobresaliente en Literatura e Historia

El último año no fue fácil para Juan Eslava Galán: problemas de salud, marcha de Sevilla a Barcelona, esperas, convalecencias... Por ello pero sobre todo por su talla de escritor y amigo, fue el protagonista de la Feria del Libro con una reunión de escritores y una conferencia. Foto: Javier Cuesta.

el 15 sep 2009 / 04:26 h.

El último año no fue fácil para Juan Eslava Galán: problemas de salud, marcha de Sevilla a Barcelona, esperas, convalecencias... Por ello pero sobre todo por su talla de escritor y amigo, fue el protagonista de la Feria del Libro con una reunión de escritores y una conferencia.

Un aguacero de piropos merecidos recibió Eslava en la carpa de la Feria en el encuentro -él se negaba a llamarlo homenaje- que le tributaron algunos de sus colegas más cercanos. Todos coincidieron en señalar la aparición de 'En busca del unicornio' -premio Planeta 1987- como la revelación de un autor "insólitamente maduro, que en ningún caso era un historiador metido a novelista", dijo Carlos Pujol.

Consagrado gracias a esta obra, Eslava a sabido ganarse el cariño y el respeto de sus colegas de maneras muy distintas. Rafael de Cózar dijo tener con él "una relación casi de pareja, porque con un solo gesto ya nos entendemos, no hay que discutir nada". Ángeles Caso recordó el consuelo que el jiennense le prestó cuando fue vapuleada por la crítica, pero también por la altura de su lenguaje literario, "de una transparencia extraordinaria, a pesar de su complejidad".

La escritora coincidió con Arturo Pérez-Reverte en señalar la ternura como uno de los rasgos distintivos de los personajes de Eslava: "Juan es de izquierdas y republicano, pero no se le nota: trata con la misma ecuanimidad a unos y a otros, porque para él todos son seres humanos. Es tremendamente compasivo con todos, pero sobre todo con los desgraciados", señaló.

Como no podía ser de otro modo, también se destacó la maestría de Eslava en la novela histórica, un género especialmente expuesto a la improvisación y el efectismo. "La mejor cualidad de Eslava es que es capaz de convertir un tratado de física nuclear en novela. La segunda es su ironía, cargada de mala leche, pero nunca amarga", dijo De Cózar.

"La novela histórica, tan en boga hoy pero tan degradada, está llena de autores que ni saben Historia ni saben escribir", denunció Ángeles Caso, y Pérez-Reverte agregó que "para Juan la Historia es sólo un pretexto para contar lo que quiere contar. Es un novelista profesional, alguien que vive inventando historias, y cuya cultura va disparando sin cesar mecanismos narrativos".

"El momento que más me gusta de estar con él -agregó el autor de la saga del capitán Alatriste- es cuando estamos comiendo en Becerra o cualquier otro lugar, y le pregunto en qué está trabajando. Ahí suelta una sonrisa mefistofélica, y con tono pausado cuenta la historia que tiene en la cabeza. Es casi mejor que leerle".

"Es un acto de macho y de valiente venir aquí sin pañuelo en el bolsillo", advirtió Juan Eslava Galán entre tanta manifestación de admiración y cariño, haciendo un esfuerzo evidente por contener la emoción. "Mi maestría se limita a aprovechar lo que hay. Soy un vago, lo confieso, pero al mismo tiempo tengo mucha avidez por la cultura, y cada vez que he querido conocer alguna cosa, no he encontrado mejor modo de acercarme a ella que escribiendo".

No terminó la cita sin algún golpe de humor, como la anécdota según la cual De Cózar instó a Eslava a firmar las obras de su pseudónimo Nicholas Wilcox con su verdadero nombre -ya que todo el mundo los identificaba-, a lo que éste respondió: "Es que vende más que yo".

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