La Ley Antitabaco ha marcado la agenda social en este año que termina. En España sólo el 3% de los bares está libre de humo, una situación que cambiará desde el 2 de enero cuando estará prohibido fumar en los espacios públicos cerrados.
Además, en los alrededores de centros hospitalarios y colegios también estará vetado el tabaco, al igual que en los parques infantiles. Sin embargo, sí estará permitido fumar en las terrazas de los bares y en los establecimientos penitenciarios y centros psiquiátricos de media y larga estancia, entre otros.
La decisión no es menor sobre todo por la cantidad de enfermedades que están vinculadas al hábito de fumar. Y es que, según un informe de UGT y CCOO, casi la mitad de los trabajadores de los locales de hostelería donde está permitido fumar presentan antecedentes de enfermedades respiratorias y este porcentaje se sitúa en torno al 30% en el caso de los establecimiento donde el tabaco está prohibido. Este mismo informe pone de manifiesto que sólo un 3% de los 350.000 establecimientos de España están libres de humo, por lo que entre 800.000 y 1.200.000 trabajadores estarían expuestos a los efectos del tabaco y al riesgo de padecer cáncer de pulmón en un 30% más de los que trabajan sin humo.
Otras enfermedades. Pero el tabaco no sólo puede provocar enfermedades respiratorias, también es la responsable de más de un tercio de los casos más graves de artritis reumatoide y de uno de cada cinco de la enfermedad en general, según un estudio difundido en una publicación del British Medical Journal (BMJ). La investigación, realizada en Suecia, confirma que el tabaco es uno de los factores de riesgo más importantes para la artritis, en el mismo grado que lo es para los infartos de arteria coronaria y un poco menos que en el cáncer de pulmón (donde el tabaco es responsable en un 90% de los casos).
Ante estos estudios que alertan de los riesgos del tabaquismo, en España se ha optado por vetar el tabaco al máximo, como se hace actualmente en 51 países de todo el mundo, 11 de ellos pertenecientes a la Unión Europea (UE), donde, al igual que sucederá en España, carecen de áreas de fumadores en los locales de ocio, bares y restaurantes, lo que significa que "aproximadamente el 25% de los países del mundo" no permiten fumar en estos establecimientos, según el coordinador del departamento de Iniciativa Libre del Tabaco de la OMS, Armando Peruga.
En España los hosteleros y partidos como el PP se oponen a la nueva restricción por entender que supondrá graves pérdidas para el sector, algo que niega Peruga. Este experto de la OMS asegura que el veto al tabaco en lugares de ocio tiene un impacto "neutro" o "ligeramente positivo" en los beneficios del sector.
Con la medida que se implantará en España se calcula que el número de fumadores se podrá reducir un 11%, lo que, evidentemente, también reducirá el número de personas enfermas a causa del tabaco. Algo que redundará de forma positiva en las arcas del Gobierno. Según el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), de los casi 100.000 millones de euros de presupuesto sanitario anual, sumado el público y el privado, en torno al 15% está relacionado con el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades vinculadas al consumo de tabaco. El CNPT señala, asimismo, que el Estado recaudó el pasado año 7.718 millones por la vía de los impuestos al tabaco, lo que significa, que por cada euro ingresado se gastaron dos en costes sanitarios y sociales. A este desembolso se unen los 530 millones de gastos que se estima provocó el tabaquismo pasivo en 2009.