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Sólo en su desesperación pueden entenderse ciertas conductas en el PP

Mientras en el País Vasco y en Madrid todos los partidos políticos, con sus dirigentes al frente, cerraban filas contra el terrorismo, tras el atentado que costó la vida a Eduardo Puelles, en Andalucía se producían algunos hechos que conviene no pasar por alto...

el 16 sep 2009 / 04:33 h.

Mientras en el País Vasco y en Madrid todos los partidos políticos, con sus dirigentes al frente, cerraban filas contra el terrorismo, tras el atentado que costó la vida a Eduardo Puelles, en Andalucía se producían algunos hechos que conviene no pasar por alto sin afán de romper el clima unitario que debe presidir estos difíciles momentos.

La unanimidad de las fuerzas democráticas se puso más que nunca de manifiesto. Era, desde luego, la mejor respuesta frente a los asesinos de ETA, siniestros personajes que no entienden otro lenguaje que el de las bombas. Los pronunciamientos de condena venían de todo el espectro democrático, incluyendo Aralar que, en el Parlamento vasco, secundó, junto al resto de representantes políticos, un minuto de silencio y eso que este colectivo está a favor de la independencia vasca aunque sin recurrir a la subversión y la violencia.

Lástima que tanto consenso, tanto respaldo al nuevo Gobierno vasco se viera afeado por determinados mensajes más cargados, como siempre, de oportunismo que de acierto.

La reacción de apoyo tanto al Ejecutivo central como al nuevo gobierno de Patxi López sonaba a los ciudadanos como un verdadero bálsamo dado que, además, nos encontramos ante un escenario político muy diferente, con una alianza entre socialistas y populares dispuesta a arrinconar a los terroristas y a los que les dan cobijo y determinado sostén social.

Bueno, pues ni por ésas. En medio de frases de condena, de llamamientos a la unidad, sobresalían las del presidente del PP-A, Javier Arenas. Asumiendo una vez más el papel del malo en su partido, daba la nota reprochando al Gobierno que fuera más contundente contra ETA ¿Qué habrá querido decir? Desconocemos si este tipo de declaraciones obedece a un calculado reparto de papeles pero lo cierto es que, ni por asomo, nadie de importancia en el PP se ha atrevido a decir tanto. Porque reclamar dureza da a entender que hasta ahora no la ha habido, que poco menos que se ha sido tolerante con la violencia. Y eso es faltar a la verdad de forma grave y rotunda.

Cómo alguien que se atribuye, falsamente, ser el impulsor del primer pacto antiterrorismo puede cometer un error de esta envergadura? Esa contundencia que reclama a los demás es la que se echa de menos en su comportamiento absolutamente consentidor con las nefastas declaraciones del alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez.

Sus palabras mostrándose escéptico en torno a la versión policial sobre el intento de fuga de etarras de la prisión onubense y, también, de apoyo a Juana Orta, detenida por la Guardia Civil en la misma operación por dar cobijo a una de las implicadas, hubieran merecido del propio Arenas algo más que el cómplice silencio que hasta ahora ha mantenido y que sólo ha roto, precisamente, para arremeter contra los demás, a ver si así araña unos cuantos votos más. Sin escrúpulo alguno ¡Qué desesperación hay que tener para justificar comportamientos tan lamentables como estos!

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