Todos los caminos conducen al fichaje de Ricardo Oliveira por el Betis, pero como se trata del Betis, y de Manuel Ruiz de Lopera, mejor no dar nada por hecho precisamente hasta que esté hecho de verdad. El club verdiblanco, por lo pronto, admitió ayer que su oferta es de 7 millones. Sólo falta que el Zaragoza dé el visto bueno.
El Betis da un buen puñado de millones, el jugador está encantado de volver a Sevilla y el contrato entre club y delantero se encuentra más que apalabrado. Hasta aquí, todo perfecto. Sin embargo, Ricardo Oliveira todavía no es oficialmente futbolista del Betis. La razón: el Zaragoza no ha dicho que sí a la oferta verdiblanca.
Manuel Ruiz de Lopera la publicitó ayer a través de la radio oficial, como hizo en verano con Sergio García: pagará siete millones de euros por el 50% del pase del jugador, tres millones ahora y otros cuatro en distintos plazos (más 500.000 euros en comisiones), y le hará un contrato de cuatro temporadas más lo que queda de la actual. Si el club aragonés la acepta, Oliveira volverá a vestir de verdiblanco. Si no es así, esta semana de negociaciones no habrá servido de nada. El plazo se cierra mañana a medianoche y aún puede ocurrir cualquier cosa, como siempre en el Betis.
A falta de conocer el desenlace final, las pistas parecen favorables a los intereses del equipo de Paco Chaparro. Oliveira ni siquiera fue a entrenarse ayer por la tarde, según el Zaragoza porque disponía de un "permiso especial", y por la mañana ya había realizado unas declaraciones muy clarificadoras. "Estoy a la espera de que me llamen. Todo está a falta de acordar las formas de pago o algo así.
Entre el Betis y yo ya está todo arreglado", dijo en Radio Marca. El brasileño, que no cierra la puerta a otras opciones porque el mundo del fútbol es imprevisible y porque el Betis no es el único que puja por él, también se declaró listo para reflotar un equipo sumido en una depresión bastante grande: "No me da miedo la responsabilidad", afirmó.
En todo caso, los béticos harían bien en reprimir su posible euforia porque hasta la radio del club aclaró que es "difícil" que Oliveira regrese al Betis. El tiempo dirá.
Quien casi seguro que no llegará a Heliópolis es Victor Obinna. Cuando todo estaba pactado entre el Betis, el Inter y el nigeriano, uno de sus agentes dio la nota y afirmó que el club italiano aún le debía ciertas cantidades, por lo que la operación quedaba rota. Según el Betis, está "paralizada". El tal Rafaello Martino, que así se llama el representante, impide por tanto que Obinna llegue cedido al Betis, que además se había asegurado una opción de compra por 4,5 millones.