"No podemos perder la esperanza, pero la paz duradera entre israelíes y palestinos sólo será posible si hay reconciliación", con esta claridad sobre el conflicto habla la israelí Robi Damelin, portavoz del Círculo de Padres-Foro de Familias (CPFF), una ONG integrada por más de 500 padres y familiares de víctimas israelíes y palestinas de la violencia en Oriente Próximo, cuyo objetivo es demostrar que el entendimiento entre los dos pueblos sí es posible.
Damelin inauguró en Sevilla junto a la coordinadora de la Mujer de la ONG, la palestina Siham Abuawwad, una exposición de viñetas sobre esta guerra que se exhiben en la Fundación Tres Culturas de la Isla de la Cartuja. Estas dos mujeres, a pesar de lo cruel que ha sido la vida con ellas por las interminables diferencias entre israelíes y palestinos, mantienen la esperanza de que la paz entre los dos pueblos llegará gracias a la acción de la sociedad civil.
Tanto Damelin como Abuawwad insisten una y otra vez en que la organización a la que pertenecen está totalmente al margen de la actividad política y reivindican que el mejor camino para alcanzar una paz duradera es la educación, es decir, enseñar tanto a israelíes como a palestinos que no son diferentes, porque, según defienden, es la única manera de acabar con los estereotipos que impiden el acercamiento entre las partes. "La solución comienza por entender al otro", resaltan estas dos luchadoras por la reconciliación. Para ello, su ONG, con la ayuda de un israelí y de un palestino, imparte clases a estudiantes de Secundaria de ambos pueblos. Y ya han llegado a cerca de 40.000 escolares.
Unidas por el dolor. Estas dos mujeres, a las que une una inquebrantable amistad, remarcan que el Círculo de Padres, que se fundó en 1995, es la única organización que está trabajando por la reconciliación durante el conflicto y para que su sueño se haga pronto realidad están intentando convencer a seis políticos israelíes y seis palestinos para que incorporen a esta ONG en el proceso de paz.
La tenacidad de esta organización es fácil de entender conociendo el sufrimiento de estas dos luchadoras, que resume el dolor del resto de los integrantes del (CPFF). Siham Abuawwad nació y vive en Beit-Ummar, una localidad de Cisjordania. Procede de una familia muy respetada por su compromiso político. Su madre fue una activista política de Al-Fatah por lo que llegó a estar encarcelada. Ante este revés familiar, Siham, con 14 años, se tuvo que encargar de cuidar a sus cuatro hermanos. Uno de ellos también estuvo preso y cuando salió de la cárcel fue alcanzado por un disparo de un colono israelí. Pero lo que cambió su vida fue la muerte de otro de sus hermanos, Yussef, que murió de un disparo efectuado a corta distancia por un soldado israelí.
Esta mujer temió por la reacción que pudiese tener su madre ante este hecho, pero ésta al conocer el CPFF por un religioso judío se unió a la organización. Siham admite que no entendió la actitud de su progenitora hasta que ésta murió de un derrame cerebral. Fundamentalmente mujeres israelíes de la ONG se acercaron a su casa para dar el pésame, "y al ver en una de ellas el mismo rostro de dolor de mi madre decidí unirme", explica.
Además, afirma que esta organización le ha ayudado mucho y asegura que ahora invitaría durante dos días a su casa al soldado que mató a su hermano para que entendiera el dolor que siente, "porque hay que conocer la situación del otro y saber del miedo que llevó al soldado a disparar a mi hermano".
La historia de Robi Damelin es similar. Perdió a su hijo David de 27 años, estudiante de Filosofía de la Educación en la Universidad de Tel Aviv y activista del movimiento por la paz, cuando realizaba el servicio obligatorio en los territorios ocupados. Robi cuenta la historia con lágrimas en los ojos, su hijo le consultó si debía hacer el servicio y cuando decidió ir éste le dijo: "Voy a tratar a los palestinos con dignidad y así se lo voy a exigir mis soldados". Sin embargo, un francotirador palestino le arrebató la vida.
Por ello estas dos mujeres con la fuerza y el respaldo que les da el dolor de haber perdido a un ser querido trabajan de forma incansable para lograr la reconciliación entre los pueblos, el único camino para alcanzar la paz duradera que tanto desean, insisten.
