La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, durante la lectura del pregón taurino de la Feria de Abril de 2014 hoy en el Teatro Lope de Vega de Sevilla. / EFE
Un recorrido sentimental, personal y familiar ha servido a la ex presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, para pregonar la fiesta de los toros en el teatro Lope de Vega de Sevilla en un acto tradicional que organiza la Real Maestranza de Caballería en colaboración con el Ayuntamiento de la Ciudad para dar el pistoletazo de salida oficial a la temporada taurina hispalense.
La dirigente popular fue presentada por otro ex presidente de una comunidad autónoma, el andaluz José Rodríguez de la Borbolla, que centró su intervención en la defensa de la idea de España, cada uno con su propia manera de verla y de entenderla, pero todos nosotros queriéndola y sintiéndonos de ella porque España existe, no es una invención histórica ni una realidad estatal contemporánea.
Sí, es verdad. Me gustan los Toros, así con mayúscula, como hay que escribirlo cuando se trata de definir la Fiesta Nacional de España por antonomasia, fue la primera declaración de intenciones de Esperanza Aguirre, que recordó que la labor de los ganaderos de bravo para los que pidió una ovación- constituía una sorprendente obra de artesanía para conservar un animal valiente y luchador, noble y salvaje.
La ex presidenta madrileña desgranó su propia historia personal como aficionada a la Fiesta señalando que lo mío con los toros nació en casa porque vengo de una familia que adora la Fiesta desde hace muchas generaciones. En esa línea recordó la historia de sus tatarabuelo y bisabuelo, farmacéuticos de la Puerta del Sol de Madrid y contemporáneos de las principales figuras de la segunda mitad del siglo XIX.
Pero Esperanza Aguirre siguió escalando por el tiempo para detenerse en la amistad familiar con la saga de los Bienvenida y en la admiración que profesaban al maestro Antonio Ordóñez al que la propia Aguirre, siendo ministra de Cultura, concedió en 1996 la primera Medalla de Oro de las Bellas Artes que recibía un matador de toros en toda la historia.
Querer y admirar la Fiesta de los Toros es, en mi caso, algo natural; algo que he recibido junto a los valores esenciales que me transmitieron en mi familia, reconoció la destacada política madrileña antes de añadir que el amor a los Toros me lo trnsmitieron después del cristianismo y del amor a la Patria, que son los valores esenciales que aprendí en mi casa.
Aguirre remachó ese clavo añadiendo que por eso también comprenderán que a lo largo de toda mi vida política, siempre haya procurado defender y fomentar nuestra Fiesta Nacional por antonomasia.
Esperanza Aguirre también dedicó un espacio de su pregón para marcar la universalidad del toreo citando al nuevo primer ministro francés, el barcelonés y español Manuel Valls: los toros es algo que me gusta, que forma parte de la cultura, de mi familia, y es una cultura que hay que preservar y mantener.
La líder popular aludió al ataque antitaurino, reconociendo que los toros siempre han tenido sus detractores. En cualquier caso, precisó, los que ahora se oponen a la Fiesta no están ni mucho menos a la altura intelectual de los que la repudiaban hace un siglo en alusión a figuras de las letras y el pensamiento como Joaquín Cosa, Unamuno, Azorín, Baroja, Maeztu, Ramón y Cajal o Giner de los Ríos.
En contraposición, Aguirre citó a otros intelectuales que abanderan hoy la defensa de la fiesta como Boadella, Savater o Gómez Pin.
Llegados a este punto, Esperanza Aguirre denunció que lo peor son esos otros antitaurinos que lo son por ser antiespañoles; que lo son porque saben muy bien que los Toros simbolizan mejor que nada la esencia misma de nuestro ser español.
La ex presidenta de la Comunidad de Madrid añadió que en su afán por acabar con España buscan prohibir los toros por decreto. Por eso, y sólo por eso, los españoles que quieren dejar de serlo luchan contra la Fiesta.
Esperanza Aguirre enfiló la recta final de su pregón haciendo un canto a los valores que representa la Fiesta de los Toros: posiblemente nuestra sociedad de hoy no da valor al valor; hay demasiados cobardes en todos los ámbitos, espetó la pregonera añadiendo que ser valiente es un valor, un mérito, una virtud y hay que reconocerlo así, como lo reconocen los millones de aficionados que van a los toros desde hace siglos.
Aguirre completó ese canto al valor aludiendo al que adorna a los toreros, que es para los españoles el valor por antonomasia, esa virtud personal y cívica que tanto echamos en falta en nuestros días.
Pero antes de entrar en el turno de agradecimientos, Esperanza Aguirre aún citó un recentísimo e inédito soneto de Jon Juaristi que le sirvió para recitar su particular homenaje a la ciudad de Sevilla. Un recorrido por sus poetas y creadores y los toreros que han marcado su historia taurina sirvió para dar las últimas puntadas de un texto que fue cerrado con una fuerte ovación del público que llenó por completo el teatro.
El acto, presidido por el alcalde Juan Ignacio Zoido y el teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Sevilla, contó con la presencia de las primeras autoridades civiles y militares y de numerosos representantes de la sociedad y la cultura sevillanas.
