La educación de un niño se sostiene principalmente en tres patas: la escuela, la familia y el alumno. Los padres no han entendido, o la administración educativa no ha sabido explicárselo, que la implicación directa de las familias en la educación académica de sus hijos es esencial. Ese desapego se deja ver en la escasa participación de los padres en las elecciones para renovar los consejos escolares de hace diez días.
A las elecciones de consejo escolar de 3.907 colegios de toda Andalucía concurrió el 12,5% de padres y madres de alumnos. El 86,6% del profesorado y el 64,3% de estudiantes, según fuentes de la Consejería de Educación. El personal de administración y el personal de atención educativa complementaria participaron en un 71,3% y 64,3%, respectivamente. Las elecciones han renovado la mitad de los consejos escolares, y los nuevos miembros recién votados se integrarán en estos órganos la semana que viene.
Las familias son las que históricamente menos se involucran en las decisiones de las escuelas, seguramente porque son las únicas que no trabajan diariamente dentro del centro, y deben desplazarse hasta allí para dejar su voto. Habían sido llamados a participar 1,7 millones de padres de alumnos, y acudieron poco más de 200.000. La nueva Ley de Educación Andaluza (LEA) dará mucho más poder de decisión a los consejos escolares, incluso en gestión directa del presupuesto que se destina a los colegios.
