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Sombría Umbría

Deambulo desanimado los periódicos y no encuentro en este verano que empieza a animar las playas pero no los chiringuitos ninguna noticia que insufle alegría. En Baena han hecho una barbaridad tremenda con una niña de 13 años, y en Punta Umbría, para no ser...

el 16 sep 2009 / 05:59 h.

Deambulo desanimado los periódicos y no encuentro en este verano que empieza a animar las playas pero no los chiringuitos ninguna noticia que insufle alegría. En Baena han hecho una barbaridad tremenda con una niña de 13 años, y en Punta Umbría, para no ser menos, la han repetido, esta vez entre siete. Políticas de igualdad en colegios mixtos, la igualdad de los sexos junto a la guerra de los mundos. Cómo explicar a un padre o una madre desde la infancia una crueldad infinita que precipita en una imperecedera pregunta sin respuesta.

Pandillas de perros vagabundos, ávidos de hombría animal, deambulan por la arena babeando infantilismo, escondidos en el grupo ante la cobardía personal. Una niña. Una mujer. Da igual. Babeando un charco de despropósitos, faltos de vigía, carentes de horizonte, destrozando una vida desde las vidas destrozadas. Educando en igualdad, el verano se ha llenado en Punta Umbría y en Baena de arena terrosa hasta enfangar los ojos.

Bibiana Aído habla de una igualdad imposible, porque siete mujeres no violarán a un niño. Porque no somos iguales. Castigos ahora ejemplares llegan: reprimenda pública, colegios internos, dos años de reeducación imposible. Si no podemos educar, ¿cómo vamos a reeducar?

Hoy Punta Umbría es más umbría que nunca. El sol lo ensombrecen siete chavales violando a la luz del día a una niña. ¿Por qué hacen esto los chavales en horario infantil? Por qué lo hacen fuera de horario. Violencia domestica, violencia salvaje; violencia de genero, violencia de sexo.

Un progre descerebrado celebra en público la quema de iglesias porque los curas están contra el aborto. Fuego purificador de ideologías contrarias, fuego argumentario de la violencia de género y de número, cobardía intelectual.

Acelera el paso de los días 20 de cada trimestre y ante la cicatería bancaria que niega pólizas y créditos, Hacienda se muestra condescendiente y permite aplazar el pago del IVA para dejar para más adelante la nueva vuelta de tuerca de la asfixia económica, garrote vil del optimismo. Menos mal: algunos brotes verdes de esperanza.

Consultor de comunicación

isidro@cuberos.com

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