Lo primero que sorprende de esta empresa es la juventud de sus promotores. Iniciaron la aventura Andrea Gomar y Luis León en 2005, a los que se sumaron hace tres años Álvaro León y Virginia Velasco. Lo que empezó siendo un proyecto de fin de carrera se ha convertido en un negocio de éxito. "Es una agencia de creatividad especializada en creación de marca", resume la sevillana Andrea Gomar, de 28 años. La crisis no les hace mella. Su secreto: ofrecer un servicio al que aún no se han apuntado las grandes empresas de publicidad.
-Sopa, nombre raro para una empresa. ¿A qué se debe?
-A nada especial. Nació con ese nombre en la Facultad de Sevilla y en la de Barcelona en un trabajo de fin de carrera. Fue por un juego, porque queríamos coger una palabra que no tuviera nada que ver con nuestra actividad y llevarla a un entorno extraño. Era corta y fácil de recordar. Kodak, por ejemplo, no significa nada. Además, hemos jugado en estos años con el parónimo en inglés, soap, que significa jabón. La idea que queremos transmitir es que ayudamos a las empresas a mostrarse con la cara lavada, natural, nada de maquillaje. Después de estar con nosotros es como si hubieran ido a un balneario.
-Vuestro trabajo consiste en identificar organizaciones. ¿Qué significa eso?
-Estamos especializados en la creación de marca (branding) y trabajamos en la relación de ésta con su público. La estudiamos y vemos cuál es la mejor manera de reposicionar la marca. Hay gente que encarga el logotipo pero esto va más allá. Aquí también hacemos eso, pero dentro de la constitución del universo de la marca. Afrontamos una galaxia de conceptos: el discurso que quiere seguir la empresa, la web, la imagen gráfica... Todo aquello donde esté implícita esta relación. Tiene una parte inicial muy reflexiva. Somos algo así como el psicólogo de la marca.
-Es un concepto innovador. ¿Qué tipo de cliente requiere sus servicios?
-De todo tipo, de empresas grandes a pequeñas. También hemos llevado cuentas grandes con la Junta de Andalucía. Últimamente, con la crisis, se han acercado a nosotros pymes que quieren revisar lo que han estado utilizando en época de bonanza, como su página web, por ejemplo. Cualquier organización tiene una marca, por lo que es susceptible de llevar a cabo este proceso. Ahora la relación con la marca es distinta. Antes se veía como un producto que la gente consumía o no. Ahora, con las redes sociales, dialoga con su público y tiene perfiles. Esas nuevas relaciones son las que nosotros construimos, por eso todos tienen esa necesidad.
-¿Nota la crisis?
-La crisis se ha notado no en el volumen de trabajo, que sigue al mismo nivel, sino en el tipo de encargos. Ahora los presupuestos son más recortados. En cualquier caso, las empresas se plantean la necesidad de acudir a estos servicios, por lo que trabajo no nos falta. Estamos en una coyuntura muy favorable, al igual que nos sucedió cuando abrimos la empresa, en 2005. Somos afortunados, porque firmas más grandes y con estructuras más rígidas lo han tenido más complicado para enfrentarse a la coyuntura. La nuestra es más flexible al ser más pequeña. Por otro lado, el tipo de servicio que prestamos a nuestros clientes es el de un modelo de trabajo que aún no se ha incorporado en la empresa tradicional de publicidad. Lo están descubriendo. Somos más competitivos en esos dos sentidos.
-Emprendedores desde muy jóvenes. ¿Qué les impulsa a dar el salto?
-Fue el proyecto de fin de carrera tanto de Luis como mío, uno en Sevilla y otro en Barcelona, y los dos fuimos ganadores en una y otra facultad. Luis ya tenía contactos en Barcelona y, a su vuelta, ganamos el premio de emprendedores de EOI por nuestro modelo de empresa. Montamos la sociedad nosotros dos y, poco a poco, se ha ido uniendo más gente. Importante fue la presencia de Concha de la Rosa y muchos colaboradores puntuales. Hace tres años se incorporaron como socios Álvaro y Virginia, lo que ha supuesto un salto importante para Sopa.
-¿Qué importancia tienen los empleados externos?
-Colaboramos en el desarrollo de arte con artistas contemporáneos y esto nos ha beneficiado mucho. Álvaro es video-creador. El arte necesitaba un nuevo canal expositivo y la publicidad es un buen mecanismo para ello. Tenemos una línea de trabajo, Ánimo de lucro, que trata de ayudar al artista a construir su marca. Hemos incorporado artistas en plantilla.
-Desde que comenzaron su empresa ha sido galardonada, esta semana en Barcelona...
-Un cliente de un estudio de arquitectura nos presentó al premio Laus que da la Asociación de Diseñadores de Barcelona. Nos han reconocido por un trabajo de naming, es decir, ponerle el nombre a un proyecto. Nos han dado la plata. El nombre por el que nos han galardonado es lugadero. Al ser un estudio de arquitectura, queríamos decir que lugadero es el lugar donde se hacen lugares, valga la redundancia. Y es que lugar como concepto se ha usado en todas las disciplinas artísticas menos en la única que se dedica a ello, que usa la palabra espacio. La idea es que se convierta en un sustantivo común que signifique el sitio donde se hacen lugares.
-¿Se han servido de ayudas?
-El premio al principio, pero no fue relevante. Ni hemos pedido ni creo que lo hagamos. En los inicios no necesitábamos mucho porque la estructura era mínima y empezamos en una casa antes de mudarnos a la oficina.
-Entonces, ¿recomienda ir por libre y crear su propio empleo en esta coyuntura?
-Debería hacerse al margen de la coyuntura. Ser empresario tiene ventajas e inconvenientes, pero si tu prioridad es trabajar en lo que te gusta, sí. En nuestro caso, descubrimos que teníamos un talento y lo explotamos, aunque no lo hicimos solos, hay que buscar gente valiosa. El problema está en si el sector que te gusta necesita una inversión grande al principio. La línea ICO, desde luego, funciona muy bien y puede ser una solución y para emprendedores hay más ayudas. Lo que debes buscar es que sea diferente de lo que hay en el mercado y que satisfaga algún tipo de necesidad.
-¿En Andalucía hay muchos que se decanten por su rama?
-Hacen productos sustitutivos, empresas que ponen nombres, hacen logotipos... pero ninguno hace consultoría de marca.
-¿Hay sectores que son más reticentes que otros a la hora de trabajar en su marca en la comunidad andaluza?
-Se nos acercan empresas de todos los sectores. Trabajamos en muchos proyectos culturales, con estudios de arquitectura, restaurantes, apartamentos vacacionales o peluquerías. Eso sí, todos tienen en común la búsqueda de una diferenciación con respecto al resto. Responden a una nueva manera de ver el negocio.
