Sortu rechazó ayer los planes y dictámenes de ETA. Una inédita decisión que fue recibida con desigual entusiasmo: los partidos nacionalistas vascos calificaron la condena de "un paso de gigante", para el PSE es el camino de la "buena dirección" y el PP atribuye la iniciativa a "un guión".
La nueva marca de Batasuna mostró su rechazo al intento de atentado que tenía como objetivo el lehendakari, Patxi López, así como a otras "presuntas planificaciones" de acciones violentas por parte de ETA -incluido los últimos actos de violencia callejera-. Pero también censuró las torturas y "el mantenimiento de la persecución política y judicial contra militantes independentistas", en referencia a las últimas detenciones relacionadas con la banda terrorista: el comando Otauza y miembros de Segi.
En un comunicado, la formación abertzale reafirmó "desde el respeto a la presunción de inocencia" su repulsa a las "supuestas y presuntas planificaciones de actividades tendentes a la comisión de actos de violencia contra bienes y personas, entre ellos, al parecer, contra el lehendakari". Además, "y de manera nítida", volvió "a rechazar los actos de violencia y coacción" producidos la semana pasada en Vitoria y Portugalete "con independencia de su autoría", en referencia a los actos que el Gobierno vasco atribuyó a la kale borroka y a la amenaza a un candidato del PP a la Alcaldía de la localidad, Juan Carlos Castaño, a través de pintadas. El texto no hace referencia a los dos asesinatos -el del inspector de Policía Eduardo Puelles y el brigada Luis Conde- que el comando Otauza reconoció la semana pasada haber cometido junto a otra decena de atentados.
El comunicado de Sortu se produce después de que la Fiscalía General del Estado destacase el lunes en la denuncia presentada ante el Tribunal Supremo (TS) contra su legalización el silencio de la formación abertzale tras las últimas detenciones de etarras y actos violentos. La inscripción de la formación en el Registro de Partidos está suspendida cautelarmente por el TS.
Por ello el nuevo partido señaló en el documento hecho público ayer que "no entiende" la postura de la Abogacía del Estado y el Ministerio Público contra su legalización, destaca que su alejamiento de la violencia, "en particular" de la de ETA, es "estratégico y definitivo", y asevera que no es continuidad de organizaciones ilegalizadas. Sortu subrayó el derecho que tienen "los sectores independentistas y socialistas de la sociedad vasca a encauzar" su proyecto político "a través de una oferta electoral que permita reflejar con integridad su voluntad democrática".
Las reacciones tras el comunicado fueron diversas y variopintas. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, valoró la declaración asegurando que este gesto es mejor que el silencio, pero insistió en que mientras la banda terrorista no desaparezca, tendrán dificultades para ser legales. También el portavoz del PSE-EE, José Antonio Pastor, afirmó que el rechazo de Sortu a los planes de ETA es "una buena noticia y va en la buena dirección". No obstante, destacó la necesidad de mantener "la exigencia democrática y la firmeza". En opinión del dirigente del PSE-EE, las manifestaciones de Sortu son "una buena noticia" que "reafirma" los resultados de la política de los gobiernos central y vasco en materia antiterrorista.
Menos entusiasta se mostró el PP. El portavoz de los populares vascos, Leopoldo Barreda, cree que Sortu sigue "un guión diseñado por ETA" para colarse en las próximas elecciones municipales y forales, y reclamó que se evite que haya "testaferros" de la banda en los comicios. Al igual que el PP, la diputada de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) en el Congreso, Rosa Díez, recalcó a Sortu que a quien tienen que rechazar es a ETA.
Por el contrario, EA -que mantiene acuerdos con la izquierda abertzale- y EB celebraron la condena. El parlamentario de EA, Juanjo Agirrezabala, aseguró que se trata de "una confirmación más" de la apuesta por las vías políticas, por lo que afirmó que "hoy ya no hay ni un solo argumento que pueda justificar la ilegalización" de ese partido. Mientras, el coordinador general EB, Mikel Arana, pidió al Gobierno "que retire" los recursos.
