El alcalde, Juan Ignacio Zoido, entregó ayer el Giraldillo a la cineasta francesa Agnès Varda en reconocimiento a su trayectoria durante la celebración de la gala inaugural del festival.
Aprobado y con nota. El acto inaugural del IX Sevilla Festival de Cine Europeo evidenció anoche un cierto cambio de rumbo en la tradición de este certamen, pequeños gestos que permitieron intuir el viraje que se avecina con el fichaje de José Luis Cienfuegos. La ceremonia fue más cálida y ágil, un espectáculo en sí mismo, previo a la proyección de Fin, la cinta inaugural, y a nueve intensos días de película. Los actores andaluces Álex O'Dogherty y Antonio Dechent condujeron una gala impecable, cargada de sentido del humor, que jugó en todo momento con la necesidad de emplear también el inglés en la ceremonia, a pesar de que había sólo unas cuatro personas en todo el repleto auditorio que no hablaran español -y se sabe que eran cuatro porque O'Dogherty encendió las luces del Lope y les hizo levantar la mano-.
La bilingüe ceremonia se desarrolló sobre un escenario que reproducía los elementos más significativos del cartel anunciador de esta edición, del dibujante Miguel Brieva. La flamenca con un proyector por peineta, el lémur trepando por una Giralda, el gato de los chinos... Se presentaron las secciones y ciclos del certamen, las películas, a sus protagonistas y el alcalde entregó a la cineasta francesa Agnès Varda el Giraldillo en reconocimiento a su trayectoria profesional.
La conocida precursora de la Nouvelle Vague dio las gracias, y lo hizo en español. "Intento deconstruir un puente para abolir las etiquetas". Así resumió la filosofía de su trabajo, no sin dejar de lado su defensa de una visión feminista del arte: "Estoy encantada de recoger este Giraldillo, que es una guerrera que tiene nombre masculino".
Pero no todo fueron vinos y rosas. El festival demostró su apego a la cruda realidad. Grecia es el país invitado esta edición. Del cine griego se elogió a sus nuevos talentos, pero no se pasó por alto la dramática situación que vive aquel país, tan parecido al nuestro, según dijeron los representantes de su cinematografía presentes allí. El vicepresidente de la Academia del Cine Europeo (EFA), Nick Powell, añadió que "es extremadamente oportuna" la elección del país invitado, y pidió no olvidar que en la vieja Europa en estos momentos hay gente que pasa hambre. "El cine tiene un papel clave en tiempos difíciles, para informar e iluminar", concluyó.
La subida del IVA cultural tampoco faltó. Y no salió en ningún discurso improvisado, sino que el propio O'Dogherty, siguiendo el guion, calzó oportunamente el tema mientras interpretaba un número musical y, al ritmo de Amante Bandido, de Miguel Bosé, soltó: "Y como no estés atento, atento, te meteré hasta el fondo, el 21%".
Pero sin lugar a dudas, el protagonismo de la noche se lo llevó el cine de la tierra. Cuando llegó el momento de presentar la sección Panorama Andaluz, el cineasta Antonio Pérez, acompañado del actor José Luis García Pérez, tomó la palabra y aprovechó para advertir de que en 2013, con toda probabilidad, no habrá películas que incluir en este apartado del festival. "Nos hemos malacostumbrado a que el cine andaluz se mueva por todo el mundo, pero seguramente el próximo año no veamos nada". Pérez arremetió contra los recortes de las administraciones, pero se centró especialmente en los de la Junta, de hasta un 80% para la industria del cine, y los de la RTVA, cuyo director general aguantó el chaparrón desde el patio de butacas. "Este es un momento de celebración del festival, pero no podemos dejar de nombrar este gran problema", dijo el cineasta, antes de pedir ayuda para presionar para que el Gobierno autonómico rectifique.
La alfombra roja fue más íntima que en años anteriores. La organización cambió el acceso al Lope de Vega, que hasta ahora se producía por el Casino de la Exposición, optando por el coqueto zaguán del teatro. Aunque se perdió quizá la solemnidad y ese pretendido glamour de otras ediciones, la recepción de autoridades, personalidades del cine y demás invitados adquirió un tono algo familiar e íntimo, desconocido hasta ahora, lejos de aquel boato de quiero y no puedo de los últimos años, cuando la crisis recortó la lista de asistentes y las posibilidades de cócteles.
Capítulo especial merece la música de la ceremonia. Además del divertido acierto que supuso mencionar a los patrocinadores mediante una canción entonada por O'Dogherty, al ritmo de las maracas de Dechent, la banda sonora de la inauguración corrió a cargo de la Santa Leone Orchestra.
DUQUESA EUROPEA. Cienfuegos, acompañado en todo momento por el alcalde, Juan Ignacio Zoido, y la delegada de Cultura, María del Mar Sánchez, ejercieron de anfitriones saludando a nombres del sector, como Nick Powell, vicepresidente de la Academia del Cine Europeo (EFA); la actriz Victoria Abril --que puso el toque de alfombra roja--, los directores Matteo Garrone (Reality) y Mike Newell (Grandes esperanzas), el actor Jeremy Irvine, los miembros del jurado oficial o el exdirector del certamen Manolo Grosso. También tuvo que lidiar con el famoseo patrio. Lo más llamativo e inédito, la presencia de la duquesa de Alba, acompañada por su marido, una clara apuesta del Consistorio por acaparar la atención mediática, difícil de justificar en una cita de este tipo, más allá de la relevancia que este noble personaje tiene para algunos segmentos de la ciudad.
