Cultura

''Soy una diva porque hago cosas divinas en la escena''

Es la voz lírica del momento. La soprano, que actúa esta noche en el Teatro Central (21.00 horas) junto a los Solistas de Sevilla, estrenará una ópera en el Teatro Real en 2010 en la que también cantará. Su nuevo disco, 'L'arte della coloratura', la confirma como la gran diva de la música clásica española

el 16 sep 2009 / 04:01 h.

Un concierto junto a José Carreras y un recital en la sede de la ONU en Nueva York son los próximos compromisos que atenderá la camaleónica Pilar Jurado. Vinculada durante años a la gestión musical (dirigió elFestival Coma) ahora se concentra en ella misma y en el repertorio -ya no solamente actual- para aportar a cualquier música su sello propio como creadora. Su voz de soprano lírico ligera, de centro creciente y con un agudo que produce vértigo (es capaz de llegar a las tres octavas y media), la convierten en una de las artistas mejor dotadas vocalmente de la historia reciente. En disco, Los silencios de la luna, glosará próximamente su faceta como compositora.

--Usted se dedica al repertorio clásico y contemporáneo pero cuida la imagen y la promoción como una artista pop. ¿Es una pura cuestión de marketing?

-Los canales del artista clásico se me quedaron cortos hace mucho tiempo. Es esencial comunicar lo que estás haciendo y crear expectación sobre tu figura, algo que te puedes permitir cuando te respalda un buen trabajo detrás, algo de lo que no pueden presumir la mayoría de los músicos pop. Que la revista Hola me vaya a dedicar un reportaje gráfico no es algo que provoque yo directamente.

-Empieza a hablarse de Pilar Jurado en términos de diva. ¿Le molesta?

-Bueno, soy una diva porque sobre el escenario hago cosas que pueden parecer divinas. Para mí la palabra 'diva' no tiene nada de peyorativo, hay que dignificarla, darle su razón de ser. Soy cercana a la gente pero también confieso que la divinidad está presente en todo lo que hago a diario.

-¿Puede explicarme eso?

-Tengo un sentido de la vida muy mágico y esa magia es la que intento transmitir a los demás.

-Comenzó a ser conocida como cantante de repertorio actual y ahora presenta L'arte della coloratura, un álbum con exhibición de partituras virtuosas de Mozart, Donizetti, Verdi...

-Tengo inquietudes por muchas cosas. No quería que me asociaran sólo al mundo de la vanguardia. Mucha gente no sabe que si puedes cantar a Cage o a Donatoni puedes cantarlo todo. Este disco es una manera de reivindicarme ante el gran público.

-El Teatro Real le ha encargado una ópera para 2010, ha creado su propio sello discográfico, no cesa de dar recitales... ¿En cuantos frentes puede estar?

-En Madrid estrenaré Una página en blanco, una ópera de dos horas con género de thriller y que yo mismo interpretaré. Seré la primera mujer que responda a un encargo en este coliseo. Este proyecto me tendría que tener ya concentrada pero tengo la facultad de estar en muchos sitios a la vez. Para 2010, por ejemplo, estoy escribiendo una obra que tocará la Orquesta Sinfónica de Londres.

-Esta noche estrena en Sevilla una partitura, Tres cantos sefardíes, cuyo título no hace pensar en la estética vanguardista que, hasta ahora, le ha caracterizado...

-Es cierto, es una pieza en la que canto tal cual los poemas. Yo ya no tengo que reivindicar nada, sólo procuro ser sincera conmigo mismo. Creo que la época de manierismos extravagantes en la música ya ha pasado.

-Espero que no se esté domesticando...

-¡En absoluto! Pero tengo claro que escribo música para otros, no sólo para mí. Es importante que una partitura transmita química, al músico y al oyente. A veces he tenido en mis manos obras que me han parecido tomaduras de pelo.

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