Medio millón de pasajeros serían los afectados por el cierre de Spanair, que ayer comunicó que los clientes recibirán el dinero de sus billetes y pagó una parte de la nómina a los trabajadores. Mientras tanto, centenares de personas aún trataban ayer en los aeropuertos de encontrar vuelos alternativos para viajar.
En concreto, la compañía dejará en tierra a 83.006 pasajeros en la primera semana de cese de sus operaciones, desde el pasado viernes hasta el próximo 3 de febrero. De ellos, 51.333 tenían previsto pasar por el aeropuerto de El Prat (Barcelona), según datos de la compañía. Se cancelarán 878 enlaces: 530 con salida o llegada a Barcelona, 318 a Madrid y 30 a otros aeródromos. La cifra global de perjudicados es más elevada, quizás por encima del medio millón.
La aerolínea catalana, además, informó de que ha comenzado a negociar con la Asociación Internacional del Transporte Aéreo una solución para devolver el dinero a los clientes que tienen billetes de vuelos que no se harán. Concretó, además, que reembolsará el precio "íntegro" a los pasajeros que los pagaron en agencias de viaje con una transferencia o en efectivo.
En el caso de pagos con tarjeta de crédito, ya sea en la página web de la propia compañía o en una agencia, deberán informarse en su entidad financiera de las posibilidades de reembolso del dinero, señaló Spanair en un comunicado.
A través de la IATA, las agencias de viajes pagan a las aerolíneas las reservas de forma mensual. La aerolínea informará a las empresas durante los próximos días sobre el procedimiento a seguir, y espera que de esta manera quede cubierta la mayoría de las reclamaciones. Aún no ha evaluado el número total de afectados, aunque éstos podrían superar el medio millón de personas. Los importes no son elevados al tratarse de trayectos cortos.
Y los trabajadores, desesperados. Spanair les ha ingresado mil euros para cubrir parte de la nómina de enero, anunció el presidente del comité de empresa, Ricardo Oso. En la aerolínea explicaron que se espera abonar la totalidad a lo largo de los próximos días.
Este cierre deja en el aire a sus 2.000 trabajadores directos y a 1.400 indirectos. Un centenar de empleados de Spanair y Newco Airport Services, dedicada a la asistencia de aeronaves, se concentraron frente a la sede de la compañía en la plaza Europa de L'Hospitalet de Llobregat. Entre abrazos y llantos, se arroparon unos a otros.
José María Cuesta, jefe de cabina, relató que se enteró del cierre el viernes durante un vuelo, y que al aterrizar vio la triste noticia en internet: "Aparcaron el avión fuera de donde habitualmente se estaciona".
Según avanzó ayer el diario La Vanguardia, Spanair suma unos 350 millones de euros de deuda: 149 a Scandinavian Airlines, antiguo propietario; 50 a entidades bancarias por un crédito, sindicado en su mayoría por La Caixa; 10 a Fira de Barcelona, y 80 a los proveedores.
La aerolínea, al igual que ocurrió con Air Comet y Air Madrid, no dispone de activos suficientes con los que hacer frente a las deudas: la flota de 27 aviones con los que operaba no son ni siquiera de su propiedad, sino alquilados.
