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Straw confiesa que fue "un error" advertir de un ataque inminente de Sadam

El ex ministro británico de Exteriores cree que si él se hubiera opuesto, Reino Unido no habría entrado en la guerra deIrak.

el 21 ene 2010 / 20:56 h.

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El ahora ministro de Justicia británico, Jack Straw.

Jack Straw, ministro de Exteriores británico durante la guerra de Irak, admitió ayer que fue "un error" afirmar que el entonces presidente iraquí, Sadam Husein, podía lanzar un ataque químico en 45 minutos y constató que ese fallo ha "perseguido desde entonces" a los miembros de gobierno implicados.

El Ejecutivo laborista que metió a Reino Unido en el conflicto, encabezado por Tony Blair, argumentó su decisión de hacerlo en parte con un dossier publicado en septiembre de 2002 que aseguraba que Husein tenía armas químicas que podía activar en menos de una hora.
Straw, actualmente ministro de Justicia, reconoció ante la comisión que investiga las circunstancias de la guerra de 2003 que esa afirmación, que acaparó los titulares de la prensa, debió haber sido "mucho más precisa" en cuanto a la naturaleza concreta de la amenaza. "Eso fue un error, un error que nos ha perseguido desde entonces", declaró.

Según un testigo anterior, David Omand, que fue coordinador de seguridad e inteligencia del Gobierno entre 2002 y 2005, el Ejecutivo de Blair destacó esta vaga, aunque alarmante frase en el dossier de los servicios secretos para añadir "un poco de color". Aunque el Gobierno laborista insistió públicamente en que la decisión de atacar se fundamentaba en la información aportada por los servicios de inteligencia, Straw dijo ayer que los miembros del gabinete de Blair trabajaban bajo la asunción de que, al margen de que pudiera demostrarse, Husein tenía en efecto armas nucleares.

Decisión difícil. Pese a todo, el ministro confesó que la decisión de declarar la guerra al país árabe junto con Estados Unidos fue "la más difícil" de su vida y admitió que, si él se hubiera opuesto, seguramente el Reino Unido no habría podido participar en la ofensiva. El ministro indicó que el asunto de Irak le planteó "un profundo dilema moral y político", aunque finalmente optó por apoyar la invasión y nunca se ha "retractado" de ello.

Straw admitió que la ausencia de armas de destrucción masiva del régimen iraquí, cuya supuesta existencia se usó para justificar la guerra, había "socavado la confianza", pero insistió en que la decisión de atacar se tomó con "las mejores pruebas de que se disponía en ese momento".

En su declaración, el ministro inglés subrayó la importancia que su Gobierno daba en aquel momento al hecho de "permanecer cerca" de EEUU y ganarse la confianza de la Administración de George W. Bush.

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