¿Y ahora qué? fue la pregunta que sobrevoló sobre Ferraz -sede nacional del PSOE - nada más anunciar el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que no repetirá como candidato en los comicios de 2012 . Parece más que claro que el siguiente paso son las primarias. E incluso el propio secretario general del PSOE marcó ya ayer la hoja de ruta que debe centrar al partido y a sus responsables políticos en las municipales y autonómicas del próximo mes de mayo: hasta después del 22-M no se designará al nuevo candidato.
La cuestión es cómo será el camino hasta llegar a las primarias y su posterior desarrollo. ¿Se tratará de una sucesión tranquila o de una guerra sin cuartel? En esa hipotética batalla destacan dos nombres: el del vicepresidente primero y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el favorito de la mayoría; y el de la titular de Defensa, Carme Chacón.
La primera reacción de los barones socialistas tras la decisión de su líder fue conciliadora, apostaron por "conjurarse" para ganar los próximos comicios y apelaron a la "unidad, cohesión y lealtad" con el objetivo de afrontar la etapa de incertidumbre que se abre en el PSOE. Ahora sólo toca hablar del 22-M, dicen. Pero esta misma semana el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, uno de los barones que más ha empujado a Zapatero a pronunciarse sobre su futuro, ya aseguró que al PSOE basta que "alguien" les diga algo para que hagan "lo contrario".
Por lo pronto el Comité Federal del partido, máximo órgano entre Congresos, volverá a reunirse el próximo 28 de mayo. Además de analizar los resultados electorales, ese día está previsto que se fije el calendario para las primarias. Un procedimiento que no tiene por qué comenzar inmediatamente después de dicho encuentro; pero una vez abierto el plazo, si hay más de un aspirante, todo el proceso no podría durar más de 45 días. El partido confía en que el nuevo candidato esté ya elegido para el mes de septiembre, seis meses antes de las generales.
¿Y quién o quiénes darán un paso al frente? Aún no se sabe pero dos nombres parecen fijos en la quiniela: Rubalcaba y Chacón, dos de los pocos dirigentes socialistas que no han rechazado públicamente el cargo. Pero nadie descarta sorpresas. En esa lista han estado también el presidente del Congreso, José Bono, rival de Zapatero en el Congreso de 2000 y muy activo estas últimas semanas con reuniones secretas con los principales protagonistas; el vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco; el lehendakari, Patxi López; y hasta Fernández Vara, verdadero azote del presidente.
No obstante, ayer todos coincidían en que "las primarias son para el verano". Los barones quieren dirigir el foco de atención únicamente a las elecciones de mayo. Y así lo expresaron todos aquellos que intervinieron en el Comité Federal. Quizás el más beligerante fue el lehendakari, quien advirtió de que el que no esté a la altura del momento estará "traicionando" al PSOE.
