A estas alturas de campeonato, el miedo a perder empieza a cundir entre los equipos con objetivos que cumplir, que son casi todos. O, dicho de otra manera, los conjuntos implicados en las diversas peleas dan por bueno sumar un punto antes que arriesgarse a entregar los tres al rival, en muchos casos directo.
Más vale un punto que ninguno, parece ser el lema, que lo mismo vale para arreglar un roto que un descosido, y el propio Pep Guardiola, en un nuevo alarde de serenidad, valoró positivamente el que arrancaron sus hombres en el derbi catalán; no en vano los pericos suman nueve partidos sin perder en su feudo de Cornellá-El Prat, donde no han encajado gol alguno en los últimos siete compromisos.
Y es que el cerocerismo vuelve a estar de moda. Cuatro de las cinco equis de la jornada fueron fruto de duelos en los que los espectadores regresaron a sus domicilios sin gol que comentar.
Si la lucha por el título cobra emoción por los dos puntos que dejaron de sumar los culés ante el Espanyol, la que libran los conjuntos en peligro de descenso es un sálvese quien pueda en el que cada punto es oro. De hecho, los seis últimos de la tabla añadieron algún puntito a su casillero, si bien sólo uno de ellos, el Tenerife, hizo tres de una tacada.
Aunque el tiempo se va agotando, Xerez y Valladolid siguen vivos y justificando el cambio de técnico. Los pucelanos, de la mano de Javier Clemente, no saben aún lo que es perder: dos empates y un triunfo les aproximan a la orilla de la permanencia, ahora a cuatro puntos.
Si el conjunto tinerfeño ha sido el único de los de abajo en cantar victoria ha sido gracias, sobre todo, al acierto goleador del andaluz José Francisco Martínez, Nino, quien firmó un valioso hat-trick para remontar al Getafe, uniéndose a Messi, Soldado e Higuaín en el club de los delanteros capaces de anotar tres dianas en un solo encuentro.
Con trece tantos, Nino iguala a Fernando Llorente como segundo realizador nacional de la liga, sólo por detrás de David Villa.
En la franja medio-alta de la clasificación, la que incumbe a los equipos con aspiraciones europeas, las rachas negativas se pagan caras.
Es lo que le está ocurriendo al Atlético de Madrid, que ha visto frenada su recuperación con tres derrotas consecutivas que lo sitúan en tierra de nadie, y lo que le empieza a suceder al Athletic de Bilbao, que no pudo con el Zaragoza y ve alejarse sus opciones de Champions e, incluso, de Liga Europa, de la que le ha desplazado un Villarreal en sentido inverso por su fortaleza en casa.
