Economía

"Surtimos a un supermercado de África igual que lo hacemos al de La Macarena"

El consejero delegado del grupo de distribución comercial Barea considera que Sevilla es un campo de pruebas para los centros comerciales que llegan de fuera, constata la recuperación económica y cree que el río es la gran asignatura pendiente de la ciudad.

el 01 may 2014 / 23:51 h.

A sus 74 años es aún el alma de la compañía de distribución comercial en la que entrara con 16. Aunque la empresa familiar está en su tercera generación, él sigue ejerciendo la segunda –«¡y vaya si la ejerce!», comentan sus familiares!– trabajando como el primero. Medalla de Oro de Andalucía en 2013, Rey Melchor de la Cabalgata de Sevilla en 1986 y la admiración ganada por parte de esta profesión de tenderos, Manuel Barea es un empresario sencillo, de camisa sin corbata ni chaqueta, reservadas para actos sociales –«aquí venimos a trabajar, como aquél que conduce ese camión»–, y que coloca a la familia en el epicentro de todo. En los próximos días, inaugurará un nuevo cash en Palomares del Río (remodela uno anterior). Son cuatro, más media docena de tiendas especializadas en bacalao, su emblema. Manuel Barea, en las instalaciones centrales del grupo en el polígono Carretera Amarilla de Sevilla capital. / JOSÉ LUIS MONTERO Manuel Barea posa delante de una antigua fotografía de la primera tienda del grupo, abierta en 1941 en la céntrica calle sevillana Imagen / JOSÉ LUIS MONTERO Sexto año de crisis económica y el Grupo Barea afronta la apertura de un nuevo cash en Palomares del Río, con una inversión de 7,5 millones de euros. ¿Se nota ya la recuperación en general y en su negocio, la distribución mayorista, en particular? Con la amplitud que dicen los políticos, no. Sí existen parámetros que apuntan y en los que vemos que, efectivamente, algo hay. Más bien cabría hablar en la actualidad de dientes de sierra: meses buenos y meses de caída, y así se nivelan. Un ejemplo ha sido la Semana Santa, donde se ha notado la reactivación en la hostelería y el turismo. ¿Y qué pasará a partir de ahora? A esperar. En nuestro caso, sí tenemos datado y realmente comprobado que las ventas están creciendo alrededor de tres puntos respecto al año pasado. ¿Y dónde se nota más, en la rama de la hostelería o en la de las tiendas y los supermercados? La rama de la hostelería llevaba ya varios años cayendo con fuerza, pero desde la Navidad pasada sí revela una reactivación. En el caso de las tiendas, hay que tener en cuenta que el ama de casa, el público en general, ha racionalizado sus compras mensuales y ha vuelto a las tiendas de cercanía, pese a que han desaparecido muchas, procurando recortar el gasto familiar. Es decir, compran más veces aunque en menos cantidades. Estamos hablando de las tiendas tradicionales, del pequeño comercio, porque los supermercados de barrio... ésos sí han mantenido una línea ascendente. ¿Qué nos falta para pegar el empujón? Si la banca se hace eco de tal reactivación y de que la confianza está volviendo al consumidor directo y apoya con mayor amplitud a las pequeñas y medianas empresas y, en general, al conjunto del sector privado, entonces sí realmente podría consolidarse esa reactivación económica. Los entendidos hablan de que será más afectiva en el segundo semestre. A ver... ¿Qué nos podremos encontrar en el de Palomares del Río que lo harán diferente a los demás cash? En él revertimos toda nuestra experiencia ya que es el quinto cash que montamos. Es una superficie comercial totalmente eficiente en avances técnicos, informáticos, en ahorro de electricidad, en aprovechamiento de las aguas y los residuos. Serán 7.000 metros cuadrados de superficie comercial, infinitamente más cómoda que otras. Es más, por vez primera habilitamos un parking de 2.500 metros cuadrados con capacidad para casi 300 plazas de aparcamiento. Dijimos que abriríamos a comienzos de mayo, y así será. ¿Y en cuanto a los productos? Palomares prestará servicio a los profesionales de la hostelería y la restauración principalmente de la comarca aljarafeña. Su dimensión nos permite incrementar a 22.000 las referencias, una cifra que no se alcanza en los anteriores. Pero, además, tendrá tienda gourmet, en la que desplegaremos la experiencia que hemos adquirido en nuestro actual departamento gourmet puesto que consideramos que es un creciente nicho de mercado, y una perfumería de alta gama. La perfumería y los productos gourmet no son nuevos para nosotros, pero sí podremos desarrollarlos y presentarlos mejor que ahora. Y, por último, tendremos un departamento desarollado de frutas y verduras, de forma que nuestros clientes no tendrán que desplazarse hacia otros puntos de compra. ¿Os vais a convertir también en fruteros? En fruteros no exactamente. Sí facilitaremos la compra a unos clientes que antes tenían que desplazarse hacia otros establecimientos. ¿Fruta directa del campo? No. No tenemos esa infraestructura para hacerlo, sino que la aportarán quienes tienen experiencia en el negocio. Curioso. Las frutas y verduras son actualmente un campo de batalla en hipermercados y supermercados... En efecto, es un nicho de mercado que está en desarrollo. Seña de identidad de Barea: el bacalao. No es nuestra línea de mayor facturación, pero sí nuestra seña de identidad y, de hecho, es el anagrama de la compañía. Estamos entre los mayores importadores de España, con unos 2 millones de kilos anuales. La materia prima, de Islandia, Noruega, Islas Feroe y Canadá. Y en nuestras salas de elaboración del polígono Los Palillos (ubicado en Alcalá de Guadaíra) tenemos muy desarrollado el envasado y procesado de muchas líneas de congelados: toda la gama de merluza, de bacalao a punto de sal, etcétera. Estamos envasando no sólo para nuestras marcas, sino también para marcas de terceros. Solamente en bacalao tenemos 68 referencias. Después de Palomares, ¿qué? ¿Algún otro proyecto en mente? De momento vamos a salir de esta aventura, y después Dios dirá. Es la tercera generación la que está empujando y tiene muchas inquietudes. Yo sólo puedo aportar mi experiencia y apoyarles. ¿Cuál es vuestra cartera de clientes y hasta dónde llega Barea? Esa cartera está por encima de los 35.000 clientes con nuestros distintos puntos de venta. Los mercados principales son toda Andalucía, Extremadura y Canarias, que para nosotros es la novena provincia andaluza, donde llevamos vendiendo más de medio siglo y es, asimismo, una gran puerta hacia África. Exportamos, además, a Portugal y a muchos países africanos y sudamericanos todo tipo de mercancías, aunque dependiendo de las trabas y exigencias que nos pongan, pues cada país es un mundo. Precisamente la internacionalización permite que nuestra progresión en la facturación anual esté un poquito por encima de la media que arroja nuestro sector comercial. ¿Y con unos márgenes tan estrechos como ocurre en la distribución comercial, máxime cuando es mayorista, se puede exportar? Sí. La clave está en exportar a través de grupaje (combinación de mercancías en un envío único). De hecho, podemos servir productos a un supermercado en esos países extranjeros como si lo estuviéramos haciendo a uno del barrio de La Macarena de Sevilla, aquí al lado. Para Barea, pues, el río es fundamental... Para nosotros, sí, y para Sevilla es su gran asignatura pendiente. Si protegiera y apoyara su puerto, se generaría un gran negocio y muchísimos puestos de trabajo, y muchos de nosotros, los empresarios, no tendríamos que acudir a los puertos de otras ciudades para transportar e incluso exportar las mercancías. Es una pena. Y no comprendo cómo los políticos siguen sin darse cuenta. Manuel Barea, en las instalaciones centrales del grupo en el polígono Carretera Amarilla de Sevilla capital. / JOSÉ LUIS MONTERO Manuel Barea, en las instalaciones centrales del grupo en el polígono Carretera Amarilla de Sevilla capital. / JOSÉ LUIS MONTERO Entonces, ¿dragado sí? Sí, claro, pero intentando poner los medios suficientes para no perjudicar el cultivo del arroz sevillano, que es de un gran portencial. Creo que hay soluciones para todo. La cuestión es sentarse, hablarlo y recurrir a los científicos para solucionar el problema que exista. ¿Cómo va el negocio en Portugal, un país que, como España, también lo está pasando mal? El mercado del sur de Portugal lo abastecemos a través de dos cash: el de Huelva y el de Extremadura. En un principio había bastante negocio, pero las autoridades políticas y sanitarias del país han puesto las máximas trabas posibles para no dañar a sus propias industrias y para que los compradores (por ejemplo, propietarios de pequeños comercios) no se desplacen. Son trabas que atañen especialmente al etiquetado. La verdad es que nosotros y otros distribuidores análogos hemos aportado mucho al comercio portugués, con una gama de productos que habitualmente no trabajaban allí. En fin... ¿Por cierto, en superficie comercial Barea ya supera a Cash Ayala en Sevilla? Estamos muy equiparados. Cash Ayala es un competidor noble, sano, al que no sólo respetamos enormemente, sino que es una empresa hermana con un desarrollo muy análogo a nuestro. A Ayala lo consideramos como un competidor amigo más que como una competencia. Quedan caballeros en los negocios... Le tenemos un respeto y un cariño distinto al que podamos tener hacia otro competidor de fuera de nuestras fronteras. Y, de veras, no me estoy saliendo por la tangente. Clave en la distribución comercial actual es la marca blanca. ¿Y en Barea? Tenemos muy desarrollado el porfolio de la marca blanca con más de mil referencias. ¿Los grandes números de la compañía? 240 millones de euros de facturación anual y 230 trabajadores. ¿Cómo percibe la situación actual de la distribución comercial en Andalucía? Creo que vive un compás de espera, viendo si realmente estamos ante la salida de la crisis. Pero las perspectivas son hoy día más halagüeñas que tiempos atrás. Vienen más y más centros comerciales hasta el punto de que Sevilla parece ya un gran bazar... Los que están viniendo a Sevilla lo hacen porque lo perciben como un mercado digamos conflictivo, en el sentido de tener un desarrollo superior al de otras ciudades españolas. Por tanto, lo perciben como un mercado de prueba. Si triunfan en Sevilla, lo pueden extrapolar a otras capitales. Sí. Sevilla la han tomado como pista de pruebas. Una compañía como la suya, que está entre las mayores de Sevilla por volumen de facturación,¿cómo proyecta la responsabilidad social corporativa? Por un lado, existe un club de los propios jubilados de Barea. No en vano, tenemos a gala que la mayoría de los empleados que empezaron jóvenes aquí se jubilan en esta empresa, donde hay trabajadores en tercera generación, cuyos abuelos comenzaron con mi padre. Por otro lado, para nosotros es muy importante que la inmensa mayoría de los beneficios queden dentro de la compañía, para así recurrir lo menos posible a la financiación externa y destinar lo menos posible a costes de financiación. Y, por último, estamos colaborando, entre otras instituciones benéficas, con el Banco de Alimentos, facilitando nuestras superficies para que recojan alimentos dos veces al año, con magníficos resultados. ¿Trabajadores en tercera generación? Sí. Quiero resaltar la importancia de mi equipo, tanto de los mandos intermedios como del personal de a pie. Esta empresa sigue teniendo un corte paternalista y eso no sólo influye, sino que es bastante importante para que sientan los colores y nos ayuden en nuestra progresión. De veras, estamos muy agradecidos a nuestros trabajadores, cuya media de edad es alta, unos 42 años. Y no quisiera tampoco dejar atrás mi agradecimiento a la central de compras Euromadi, a la que estamos adscritos, y de la que recibimos mucho apoyo. Gracias a su información y a su negociación y por el empuje que tiene al ser la primera central de compras del país, nos resulta bastante más fácil ser competitivos en el mercado. En el recibidor de la sede central de Barea existe un artículo de su padre donde relata que el único misterio de la pujanza del grupo es sacarle 25 horas al día. ¿Sigue siendo así en la segunda y tercera generación de la familia? Sigue siendo así, gracias a Dios. Y no hay más misterio, no. ¿Todo atado y bien atado en la familia? La empresa está en su tercera generación y desde hace unos años disponemos del protocolo familiar completado. El consejo es todo Barea, sin nadie externo. Están el consejo de familia, el consejo de administración, el comité de sucesión y el comité de protocolo, que está formado por la tercera generación completa, inclusive los miembros que no trabajan en la empresa. 74 años y empresario muy respetado en Sevilla. ¿Consejos para esos jóvenes emprendedores que quieren montar su empresa en una Andalucía con un altísimo nivel de desempleo? Que se formen lo más posible, y que para eso están las escuelas de negocio, que tengan fe, que manifiesten inquietudes y que, dentro de su filosofía, esté parte de la nuestra: sacarle al día 25 horas. En dos años, el Grupo Barea cumplirá 75. Si usted retrocediera 50, ¿se habría adentrado en la empresa que montara su padre? Desde muy pequeño mi objetivo era entrar en este negocio. Mi padre quería más formación para mí, pero yo estaba loco por entrar en la empresa. Hoy mi gran orgullo es que la tercera generación tiene las mismas inquietudes que yo. Ellos sí tienen formación universitaria y están aquí todos, han querido permanecer. Al igual que me pasó a mí, a ellos también les ha picado el microbio...

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