El Ayuntamiento ha decidido suspender "por motivos de seguridad" la tradicional misa con la que mañana pretendía celebrar el Día de la Hispanidad. La recomendación ha venido de la Policía Local y no del Ministerio del Interior.
Según confirmaron fuentes municipales, el acto estaba convocado para las 10.30 horas de mañana domingo en la Catedral de Sevilla, con presencia de la corporación municipal y del arzobispo, como todos los años. Sin embargo, las recomendaciones de la Policía Local han hecho "más acertado" desconvocar la misa, para evitar que se den problemas de seguridad.
Según confirmaron fuentes de la Secretaría de Estado de Interior, no se ha enviado ninguna circular ni se ha llamado "al Ayuntamiento de Sevilla ni a ningún otro" para alertar expresamente de un posible riesgo. "No hay más que el aviso de prudencia general que ha lanzado el ministro [Alfredo Pérez Rubalcaba]", añadieron las mismas fuentes quienes precisaron, no obstante, que "toda la semana del Día de la Hispanidad se refuerzan los controles para evitar incidentes".
Desde la Subdelegación del Gobierno central en Sevilla y desde la IV Zona de la Guardia Civil también aseguraron que "desconocían" los motivos de la suspensión del acto, toda vez que no han recibido ningún tipo de prevención especial desde Madrid, más allá de las que se guardan habitualmente.
La misa en la Catedral es el acto más importante de cuantos convoca cada año el Ayuntamiento para conmemorar la Fiesta Nacional. Habitualmente, consta de una ofrenda floral anterior, que se deposita en el monumento funerario de Cristóbal Colón, cuyo viaje a América se conmemora en esta jornada. Tras ese homenaje se celebra la misa, habitualmente en el altar mayor de la Catedral, con presencia de gran parte del Gobierno municipal y de la oposición en el Consistorio.
Desde hace años es habitual que, en paralelo a esa misa institucional, grupos de ultraderecha como las distintas Falanges o la Plataforma España y Libertad se concentren en la plaza Virgen de los Reyes, lean un breve manifiesto y traten -sin éxito- de realizar una ofrenda en el interior del templo.