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Tailandia urde un ataque más "contundente" a los rebeldes

Ocho personas más murieron ayer y el número de víctimas asciende ya a 24.

el 15 may 2010 / 19:45 h.

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Varios manifestantes antigubernamentales observan a uno de los ‘camisas rojas’ fallecidos.

La violencia resurgió en calles de la zona central de Bangkok, en las que ayer murieron al menos ocho personas en esporádicos enfrentamientos librados por tercer día consecutivo, entre manifestantes antigubernamentales y los soldados tailandeses que cercan el bastión del llamado frente rojo. Aún así, el Gobierno anuncia más "contundencia" contra los contrarios al régimen.


El resultado de los enfrentamientos eleva a 24 el número de víctimas mortales de los disturbios que se desataron el pasado jueves con el comienzo de la operación de asedio en la que participan unos 30.000 soldados apoyados por comandos policiales. Además, cerca de 30 manifestantes resultaron heridos en varios lugares de las inmediaciones de la zona en la que se atrinchera el grueso de los camisas rojas, cuando las tropas repelieron a los manifestantes armados con pistolas y pequeños explosivos artesanales similares a los tradicionales cohetes pirotécnicos. Otros camisas rojas, muchos de ellos con la cabeza cubierta con ese frágil casco de plástico que la mayoría de los motociclistas emplea portaban tirachinas, barras de hierro, afiladas cañas de bambú y otras armas primitivas.
Las víctimas mortales y una decena de heridos se produjeron a raíz de un tiroteo ocurrido en el acceso norte de la zona de tres kilómetros cuadrados en la que está ubicada la base roja. En otro extremo de la zona ocupada y cerca del parque de Lumpini, un número indeterminado de manifestantes resultó herido cuando los soldados abrieron fuego sobre un nutrido grupo, después de que fueran atacados con dos granadas, cuya metralla alcanzó a por lo menos un militar, según relataron varios testigos.


El cariz tremendamente violento se reflejó en las imágenes que uno de los canales estatales difundió y que mostró cómo un grupo de manifestantes bajó a empellones de un camión militar de carga, a un soldado que tras rendirse e implorar clemencia, recibe un disparo a bocajarro. En tres jornadas de violencia, unas 190 personas han resultado heridas por impactos de proyectil, entre ellas un reportero gráfico canadiense y tres tailandeses después de que ayer, un fotógrafo del diario local The Nation recibiera un tiro en la pierna.


El portavoz gubernamental, Panitan Wattanayagorn, indicó en rueda de prensa que los camisas rojas habían arrojado desde el pasado jueves al menos 16 granadas contra diferentes posiciones militares. También se produjeron durante la mañana tiroteos en el distrito financiero, colindante con uno de los extremos de la base roja, así como en el nudo de autovías que conectan Bangkok con el norte y el aeropuerto internacional, uno de cuyos accesos fue bloqueado por partidarios del frente antigubernamental.
Tras unas horas de escaramuzas, el frente rojo pidió al Ejército que declare un alto el fuego para retomar la negociación política con el Gobierno, que esta semana decidió apartarse de estas en respuesta a la negativa de los cabecillas a poner fin a las protestas. "Exigimos que el Ejército deje de disparar y que repliegue la tropa inmediatamente para evitar más muertes. Entonces podremos estudiar las demandas políticas", señaló Natthawut Saikura, uno de los líderes del llamado Frente para la Democracia y Contra la Dictadura.

Pero en un discurso televisado el primer ministro y líder del partido Demócrata, Abhisit Vejjajiva, advirtió de la inminencia de una acción más contundente para aplastar al frente antigubernamental. "No vamos a dar marcha atrás y permitir que aquellos que transgreden la ley intimiden al Gobierno" aseguró el primer ministro del país.

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