La victoria ayer del candidato del opositor Partido Kuomintang (KMT), Ma Ying-jeou, en las elecciones en Taiwán y la escasa participación en los referendos sobre el ingreso de la isla en la ONU ofrecen nuevas oportunidades de diálogo con China.
En los comicios, con una participación del 76%, Ma obtuvo el 58,46% de sufragios frente al 41,54% de su contendiente, Frank Hsieh, del gobernante Partido Demócrata Progresista (PDP), de corte nacionalista y opuesto al entendimiento con China.
"La victoria electoral es una responsabilidad y el principio del cambio", dijo Ma, tras anunciar su victoria sobre Hsieh. El presidente electo prometió responder a lo que quieren los taiwaneses: "un gobierno limpio, sin corrupción, economía próspera, estabilidad política, sin disputas internas y paz con China".
En cuanto a los referendos para el ingreso en la ONU, quedaron anulados al no alcanzar el 50% la participación.