¡Pero bueno! ¿Todavía queda espacio sin ocupar? Los asentamientos siguen su habitual tendencia expansiva. ¿En serio que todavía existe Palestina?
Dicen los medios que Merkel se sumó este jueves a la presión internacional sobre Israel para que interrumpa sus asentamientos en territorio palestino. Si no me traiciona la aritmética, la suma de Merkel tiene como resultado final 0 + 0 = 0. La canciller alemana realizó sus declaraciones al mismo tiempo que Netanyahu, al ladito, añadía al micrófono: "Espero que en uno o dos meses podamos relanzar las negociaciones". Esta canción suena del mismo modo que si un constructor, tras eliminar cuatro bosques suplantándolos por edificios, exclamara "Espero que en una o dos semanas pueda pararse esta destrucción", como si el individuo no resultara ser más que una herramienta del destino, tal vez divino.
A mí, presión me suena a embargo, congelación de cuentas, interrupción de las transacciones comerciales, sanciones económicas y cosas de esas que suelen hacerse cuando se habla de presión internacional. No obstante, "presión internacional a Israel" debe significar otra cosa. Quizá, mover los labios ante una cámara.