Ricardo Tarno será finalmente el nuevo alcalde de Mairena del Aljarafe y culmina el zarpazo del PP al corazón de la comarca, como ya obró hace cuatro años con Tomares. Sin embargo, a diferencia de aquel caso, se enfrentará a una legislatura algo más difícil, ya que gobernará en minoría y estará a expensas de llegar a acuerdos puntuales con PA, IU o PSOE. Los andalucistas, que se convirtieron en la llave de gobierno el 22-M, han estado deshojando la margarita hasta la tarde de ayer, cuando su comité local decidió apoyar la investidura de Tarno, pero sin contraprestación alguna, es decir, sin querer formar parte del nuevo equipo de gobierno.
El candidato del PA, José Antonio González Vela, señaló que sus militantes apostaron al final por "apoyar la lista más votada", que en este caso fue el PP que, con diez ediles y al borde de la mayoría absoluta, superó al PSOE, que llevaba 24 años en el poder. "El pueblo de Mairena del Aljarafe decidió apostar por el cambio", refleja la resolución del comité, que ha elevado la propuesta a la Ejecutiva Nacional andalucistas para que ésta lo ratifique.
La decisión desbarata la única alternativa al gobierno del PP: un tripartito del PA con IU y PSOE para que el actual alcalde, Antonio Conde, siguiera al frente de Mairena del Aljarafe.
A ese clavo ardiendo se agarraba el PSOE al principio, a tenor de las palabras del secretario de los socialistas sevillanos, José Antonio Viera, justo después del 22-M, en las que afirmó que "Mairena no se había perdido todavía". Esa opción cobró fuerza con el posicionamiento de IU, que rechazó cualquier apoyo al PP y sopesaba apoyar al PSOE con tal de que Tarno no se hiciera con el poder en el Consistorio. Sin embargo, esa opción se desmoronó por la postura del PA, tal y como ocurrió hace cuatro años en el Ayuntamiento de Tomares.
Pero estos escenarios, aunque hasta la fecha guardaban similitudes, han dado un giro gracias, precisamente, a la estrategia del PA. En Tomares, los andalucistas entraron al final en el equipo de gobierno de José Luis Sanz y, cuatro años después, se han quedado fuera porque el PP obtuvo una holgada mayoría absoluta. Sin embargo, el PA de Mairena del Aljarafe no estará sujeto a pacto alguno y, por tanto, su compromiso se limita a la sesión de investidura del próximo sábado. Supone una posición de fuerza del partido, que en la última cita electoral ha perdido uno de los dos concejales con los que contó durante el anterior mandato.
González Vela precisó que los andalucistas apoyarán "todo lo que sea beneficioso para Mairena, proceda del nuevo gobierno o bien de propuestas de otros grupos políticos". "Nuestra prioridad serán los problemas graves que tiene el pueblo, como comunicaciones, impuestos, transparencia, eficacia, austeridad y, sobre todo, desempleo", señala la resolución adoptada por el comité local.
También contempla entre sus prioridades y, por tanto, se deberá debatir en los plenos del Ayuntamiento, el reinicio de las obras de la ronda SE-40 y la revisión de los impuestos municipales, que deberían ser, a su juicio, "ajustados a los servicios". También abogan, según el comunicado, por un adecuado reparto del empleo eventual en el Ayuntamiento y la generación de incentivos a las empresas que generen empleo. "No queremos sillones", reclamó.
Tras esta decisión, el PA cumple con "la voluntad de cambio" que ha pedido el candidato del PP y diputado del Congreso, Ricardo Tarno, desde que se supo el resultado de las elecciones municipales. De hecho, el dirigente popular ha insistido públicamente a los andalucistas que avalaran la lista más respaldada, aunque esta no llegara a la mayoría absoluta.
El PA culmina el asalto del PP a la Alcaldía de Mairena del Aljarafe, después de que la campaña de Tarno, que comenzó prácticamente en otoño del año pasado, haya dado como resultado que los populares hayan doblado prácticamente el número de sufragios, que le han llevado a pasar de seis a diez concejales. Por su parte, el PSOE de Mairena del Aljarafe, como en la mayoría de los municipios de la provincia, sufrió un retroceso de unos mil votos, que le hicieron quedarse, por primera vez en 24 años, como segunda fuerza política del municipio con ocho ediles.
