¿Nunca ha querido sentirse como Tarzán? Colgarse de un árbol, saltar de liana en liana y pegar un grito de esos contundentes mientras está suspendido a unos considerables metros de altura. Si le van las emociones fuertes, este es su sitio. No es necesario desplazarse a lugares remotos para salir de la rutina. En Bollullos de la Mitación, a unos 20 kilómetros de Sevilla, se erige majestuoso en las alturas El Bosque Suspendido . Sólo con el nombre podrá adivinar de qué se está hablando. El Correo de Andalucía se ha colgado, literalmente, de las ramas en una experiencia de esas difíciles de olvidar.
Este parque de aventuras se sitúa en el Centro de Naturaleza La Juliana, en mitad de una gran zona de pinares, que a su vez, son los principales instrumentos para esta actividad. Ideado por Eventia en 2004, El Bosque Suspendido fue el primer parque de aventura con estas características de Andalucía. Tito Pevida es uno de los 15 monitores que coordinan esta actividad, que se sale de todas las formas convencionales de divertirse. Tras el cierre por vacaciones (y también por el desafío de las altas temperaturas), El Bosque Suspendido abre de nuevo sus puertas a partir del 10 de septiembre. Sólo hay que echarle un poco de valor a esta vivencia que no le defraudará.
Pero, ¿en qué consiste realmente El Bosque Suspendido? Como ya se adelantó, la cosa va de colgarse por los árboles siguiendo un recorrido lleno de tirolinas, troncos en el aire, patinetes que viajan de rama en rama o lianas para lanzarse cual Tarzán en su selva. Durante unas tres horas podrá recorrer las distintas rutas que hay según la dificultad y la altura del recorrido, que va desde 1,5 metros de la zona verde (de iniciación, para niños de 6 a 8 años), pasando por los 3,5 metros del recorrido amarillo y rojo hasta llegar al azul, para los más aventureros, donde el cuerpo queda suspendido a unos 8,5 metros de altura. En este nivel avanzado sólo se puede participar a partir de los 15 años. Prometido que las vistas del pinar y la sensación de estar a tan considerable altura son inigualables.
Este parque de aventuras se ha convertido en una opción cada vez más recurrente para hacer celebraciones de todo tipo. Desde despedida de solteras, cumpleaños, comuniones y hasta excursiones han pasado por el parque La Juliana. Hasta unos 10.000 escolares pasan cada año por aquí acompañados también de sus valientes profesores.
No se preocupe por la seguridad ya que los monitores supervisan en todo momento tanto el equipo como los movimientos que se realizan. Antes de subirse a tan naturales atracciones, bien vale para unos minutos para estudiarse las normas. A cada participante se le da un curso acelerado, de unos diez minutos, para saber cómo moverse una vez sobre el árbol, como colocar los arneses y los cabos de anclaje. Los monitores, que seguirán de cerca cada paso, inciden en estas medidas de seguridad, una de las premisas de este particular bosque. Una vez aprendida la lección, sólo queda engancharse e ir trepando, preferiblemente con ropa cómoda y zapatillas deportivas.
Por el camino suspendido encontrará y hará de todo. Desde escalar una red enorme, caminar sobre puentes colgantes, puentes tibetanos o lanzarse en rápidas e interminables tirolinas que "son las preferidas por todos, se lo pasan en grande con todo aquello que sea deslizarse a gran velocidad", cuenta Tito.
Pero desde este bosque se pueden practicar muchos otros deportes de aventura tales como la escalada, rapel o tiro con arco. También ofrecen actividades alternativas como paseos a caballo, cursos de equitación o una auténtica descarga de adrenalina gracias al paintball láser.
Después de tres horas suspendido cual primate, es necesario reponer fuerzas y la zona de La Juliana se convierte en el enclave perfecto para pasar un día en familia. Al lado dispone de merenderos y barbacoas para que la jornada sea completa.
