Su ex mujer empezó con clases de yoga pero cada vez acudía con más frecuencia a grupos de meditación, conferencias sobre espiritualidad e incluso organizaba reuniones en casa. Alfonso empezó a ver cosas raras y le acompañó a algunas sesiones. "Allí se hace todo en comunidad, y un día desayunando dijo uno que había visto a la Virgen y salieron todos corriendo. Lo mismo te dicen que se pasea Jesucristo por allí que si has visto a los gnomos que son nuestros amigos", relata. Intentar abrirle los ojos es difícil: "Se aíslan y te dicen que coartas su libertad, que no quieres que sea feliz y que la estás apartando de su camino, que sólo el grupo la entiende y son sus amigos"
Los adeptos a esta secta dicen comunicarse con "extraterrestres de Alfa Centauro" y creen en los "avatares, encarnaciones de divinidades, mezclan a Buda, Cristo, la Virgen y Mahoma". Una de sus técnicas de respiración hace que "al recitar mantras a grito pelado en medio del monte y muertos de frío, hiperventilen y tienen alucinaciones". A su ex la captó una prima pero todos "hacen proselitismo, seguramente ella habrá captado a otros".
Los cuadernos con las conversaciones con los extraterrestres fueron una de las pruebas que él guardó y certificó ante notario cuando decidió separarse para lograr la custodia compartida de su hija, con la que está muy vigilante. "Se la quiso llevar a la India y le dije que lo decidiría el juez. Ellos sólo comen seis alimentos y quería que la niña también. Fuimos al pediatra y le echó una bronca. Si lo hace la llevo al juzgado", explica.
Sin embargo, ni siquiera intentó quitarle toda la custodia por cuestiones sentimentales y por consejo jurídico ya que "demostrar que ha perdido la cabeza es muy difícil. Son adultos e inteligentes, cuando se ven cercados su discurso es coherente, ocultan lo que puede chocar más y hacen ver que es una comunidad a la que se acude libremente a practicar técnicas de relajación y meditación".
Coincide en que cualquiera puede caer. Su ex mujer estudió Psicología aunque trabaja en un Estudio de Arquitectura "trabajando hasta las tres y cobrando 3.000 euros al mes". Lo dejó todo, igual que "ha roto con todas sus amigas y con la familia tiene poco contacto. Ahora se llama estrella plateada, porque los extraterrestres que son sus guías les ponen los nombres", explica.
La gurú de esta secta, Aura Kuper, es originaria de Brasil, pero el grupo tiene relación con otros movimientos de Estados Unidos y Alemania. Hay un fin lucrativo ya que "dan cursos a 3.000 euros para convertirse en maestros. Yo tuve que bloquear mis cuentas porque estaba sacando dinero a mansalvas. Salen a trabajar para la comunidad porque necesitan dinero".