Un nuevo baile se extiende entre los jóvenes adolescentes franceses: se llama Tecktonik y de las discotecas y calles parisinas ha dado el salto a todo el mundo gracias a internet y empieza a convertirse en un fenómeno estético y comercial.
Peinados en cresta, cazadoras negras ajustadas al cuerpo, pantalones de pitillo y deportivas de marca conforman el kit que llevan los adolescentes seguidores de esta nueva moda. Se les puede ver en los alrededores de la torre Eiffel los fines de semana, en los patios de los institutos o incluso de vez en cuando en el metro de París moviendo sus brazos como aspas de molino. Se trata de movimientos rápidos y nerviosos parecidos a los del hip-hop, el break y otros ritmos dance con los que también simulan que se peinan.
El Tecktonik nació en Holanda y de allí se trasladó a Bélgica aunque fue la discoteca Metropolis, a las afueras de París, la que lo popularizó en 2000 gracias a sus Tecktonik Killer, unas fiestas con pinchadiscos que reúnen a 8.000 adeptos de este baile cada fin de semana. Los jóvenes organizan concursos -que denominan batallas- para evaluar quién es el mejor bailador y se graban en vídeo para publicarlo después en internet, lo que ha facilitado que se conozca en todo el mundo. De hecho, en España ya existen algunas webs dedicadas al Tecktonik con foros que dan cuenta de que este baile está en auge fuera de Francia.
Casi ocho millones de personas ya han visto al joven de 19 años JeyJey, el bailador icono de Tecktonik, que grabó en el garaje de su casa una de sus demostraciones publicada luego en el portal web YouTube.
Este fenómeno ha causado más furor entre los chicos que no dudan en reivindicar algunos elementos femeninos, como el maquillaje o la ropa de color rosa. "Los jóvenes se desmarcan de su predecesores e inventan una forma de sociabilidad. Habrá que ver si se trata de una moda o de un movimiento de fondo", dice el sociólogo de la adolescencia Michel Fize.
Pero mucho más que un estilo musical, Tecktonik es también una marca registrada el año pasado por los franceses Cyril Blanc y Alexandre Barouzdin, organizadores de las Tecktonik Killer, que fundaron la sociedad Tecktonik Events. Muchas son las firmas interesadas en comercializar sus productos con el nombre Tecktonik pero la decisión sobre la utilización de esta marca la toman ahora sus propietarios, Blanc y Barouzdin, mientras que de la comercialización extranjera se encarga una filial de la cadena de televisión francesa TF1. El sociólogo especialista en moda Pascal Monfort comenta que "las grandes marcas sienten que el Tecktonik es la gallina de los huevos de oro aunque no saben si lanzarse" ya que no están seguros de si va a durar o no.
Sin embargo, Tecktonik (TCK) es ya una firma de ropa de diseño y una bebida, la Tecktonik Killer, y algunas empresas de cosmética y de calzado deportivo se plantean si lanzar productos bajo esa marca.
Las casas de discos como EMI, que ha vendido 300.000 discos, o Universal, que ha conseguido un disco de oro, también han hecho su negocio gracias al Tecktonik y no descartan expandirlo por el resto del mundo.