Un equipo de técnicos de la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio ha visitado hoy el poblado chabolista instalado en un descampado para esclarecer en qué circunstancias sus actuales moradores habitaban las viviendas del Polígono Sur abandonadas como consecuencia del tiroteo que el pasado 29 de marzo se saldó con la muerte de un menor de etnia gitana de 17 años por una bala perdida.
Fuentes del departamento de Juan Espadas informaron de que este equipo de técnicos se ha entrevistado con los moradores de las chabolas y jaimas que pueblan esta finca para interesarse por las condiciones en las que habitaban las citadas viviendas del Polígono Sur, actualmente precintadas después de que estas familias, en su mayoría de etnia gitana, las abandonaran por temor a represalias por la muerte de este menor en el marco del mencionado tiroteo.
Los técnicos, así, han interrogado a estas personas sobre la posesión o no de documentación que acreditase su relación con estas viviendas cuyo propietario final es la Administración andaluza.
Además, fuentes de la Delegación del Gobierno andaluz en Sevilla informaron de que a lo largo de la semana en curso representantes de las consejerías de Gobernación, Igualdad y Bienestar Social, Educación y Vivienda y Ordenación del Territorio se reunirán con dirigentes del Ayuntamiento de Sevilla para acordar qué medidas adoptar en cuanto a este asentamiento que ha venido a incrementar el número de infraviviendas que ya existían en la zona.
UNA BALA PERDIDA
Varias familias arraigadas en el entorno del barrio marginal de las Tres Mil Viviendas, en el Polígono Sur de Sevilla, huyeron de la zona por temor a "represalias" como consecuencia del tiroteo que el pasado 29 de marzo se saldó con la muerte de un menor de etnia gitana de 17 años en la calle José Sebastián Bandarán, donde una bala perdida alcanzó en la cabeza al menor mientras presenciaba el intercambio de disparos desde un todoterreno manejado por su propio padre.
Estas familias abandonaron el Polígono Sur prácticamente al día siguiente de que se produjera este tiroteo entre clanes de etnia gitana, si bien la muerte del menor no aconteció hasta días más tarde en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Virgen del Rocío a consecuencia de las lesiones craneoencefálicas derivadas del impacto de bala.