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Economía

Técnicos fiscales y oposición rechazan la subida impositiva

Gestha asegura que la carga tributaria española supera la media de la UE

el 16 ago 2010 / 19:48 h.

Contribuyente entregando su declaración del IRPF.

El planteamiento del ministro de Fomento, José Blanco, sobre la necesidad de subir los impuestos en España porque, según él, son muy bajos respecto al promedio europeo cosechó ayer una cascada de reacciones, desde los técnicos de Hacienda, que dijeron que tal afirmación es falsa, hasta los partidos de la oposición, que opinaron que se trata de un globo sonda del Gobierno.

Así, los trabajadores españoles tienen que realizar un esfuerzo fiscal por encima del de los países europeos, superados sólo por Italia y Portugal, dado que, si bien la presión fiscal sobre las rentas del trabajo en España es ligeramente inferior a la media comunitaria, aún es menor el salario medio con respecto al de los países de la Eurozona, según el sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha).

En la actualidad, los españoles ganan un promedio de 22.802 euros brutos al año, mientras que la media de los países del entorno se sitúa en unos 34.000 euros, según el sindicato.

Los técnicos de Hacienda respondieron ayer de esta manera a José Blanco, quien apostó por homologar los impuestos españoles a la media de la UE para así poder disponer en nuestro país de servicios de mayor calidad.

Gestha indicó que la presión fiscal sobre el salario medio en España fue del 37,8% en 2008, cinco puntos por debajo de la media europea (43,14%). Sólo los trabajadores de Portugal (37,60%) e Irlanda (22,90%) soportan menor presión fiscal que los empleados españoles. En cambio, los trabajadores de Holanda (45%), Alemania (52%), Finlandia (43,5%) y Austria (48,8%) están bajo una mayor carga tributaria que los empleados españoles.

Sin embargo, Gestha considera que, a pesar de encontrarse España entre los Estados de menor presión fiscal, es el país de la Zona Euro donde más ha crecido el esfuerzo fiscal de las rentas del trabajo en los últimos cinco años, sin tener en cuenta la reciente subida de impuestos anunciada hace poco más de un mes por el Ejecutivo central.

En este sentido, apunta que si se consideran los impuestos que soporta un español por consumo (IVA e Impuestos Especiales), la presión fiscal sobre el salario se elevaría desde el 37,8% hasta el 47,01%, y podría incluso superar el 50% si se añaden los pagos medios de los impuestos sobre sucesiones o donaciones, transmisiones patrimoniales, actos jurídicos documentados, impuestos municipales o tasas.

Los técnicos de Hacienda consideran que la presión no es homogénea para el conjunto de los ciudadanos, sino "dual". Por un lado, la asumida por rentas que pueden ser ocultadas, como las de las empresas y profesionales; y, por otro, la de las rentas "retenidas en origen" y, por tanto, conocidas y recaudadas por la Hacienda Pública.

Así, trabajadores y pensionistas ingresan un 75% de la recaudación total del IRPF y declaran rentas anuales de 4.875 euros más que los profesionales y pequeños y medianos empresarios, y 6.833 más si se compara con los ingresos de los microempresarios.

Ante esa situación que discrimina a los contribuyentes, el sindicato Gestha estima "prioritario" que los esfuerzos del Ministerio de Economía y Hacienda y de la Agencia Tributaria se centren fundamentalmente en "combatir el fraude y la economía sumergida", a través de la adopción de una serie de medidas organizativas y estructurales más exigentes que las actuales. Se trata de una de las reivindicaciones tradicionales de este sindicato de profesionales.

Reacciones en políticas. Desde el PP, el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, dijo ayer que los españoles están "muy hartos" de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, les suba los impuestos y "les salga caro a las familias".

El dirigente popular acusó al Ejecutivo de anunciar una subida tributaria para abonar infraestructuras cuya paralización anunció hace unas semanas. "El Gobierno no se aclara", denunció González Pons.

Por su parte, el diputado de IU en el Congreso Gaspar Llamazares consideró que el aumento impositivo defendido por José Blanco es un "señuelo de verano para incautos" pues, a su juicio, carece de credibilidad dada la práctica habitual del Ejecutivo.

Se mostró convencido de que el Gobierno ya ha escogido a los socios con los que negociará los presupuestos del Estado de 2011, que son PNV y CiU, a los que, añadió, no les interesa la reforma fiscal progresiva, es decir, que se grave más a los que más tienen, que fue lo que defendió Zapatero en el Congreso.

El portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Josep Sánchez Llibre, tildó de "globo sonda" la posible alza de impuestos y la consideró "desafortunada y una ofensa a las familias que están en el paro", al tiempo que denunció que "es frívolo tratar la política fiscal a golpe de titular".

ERC apuntó que clases medias y trabajadores españoles pagan impuestos "nórdicos" pero reciben servicios "meridionales". Su portavoz, Joan Ridao, aseveró que el ministro Blanco "falsea" la realidad al hablar de "fiscalidad baja" en términos europeos.

Y por último, el portavoz económico del PNV en el Congreso, Pedro Azpiazu, calificó de "globo sonda" la apuesta personal del titular de Fomento. A su juicio, una medida como la planteada por el ministro en medio de las actuales restricciones del gasto público podría conducir al país a una recesión "muy importante".

Sindicatos y consumidores. CCOO y UGT instaron ayer al Gobierno a reformar la actual política fiscal abogando por una recuperación de su carácter progresivo y distribuidor, además de permitir combatir el déficit público por la vía de los ingresos.

Mientras, la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) reprochó al ministro Blanco que los salarios no crecen en España en la misma proporción que la presión fiscal, de ahí que las economías domésticas pierdan poder adquisitivo.

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