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Tecnología andaluza de viaje hacia el Sol

El Instituto de Astrofísica de Andalucía participa en dos misiones dirigidas al centro del sistema solar.

el 10 abr 2011 / 19:20 h.

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El grupo de José Carlos del Toro, sobre a estas líneas, será responsable de instrumentos vitales para la futura misión Solar Orbiter.

La exploración interplanetaria continúa pese a la crisis. Sorteando recortes presupuestarios, organizaciones internacionales como la Agencia Espacial Europea (ESA) siguen enviando al espacio naves que "aunque ahora sean más austeras, se lanzan a un ritmo prácticamente normal". De ello informan científicos establecidos en Andalucía, que conocen bien el entramado de estas misiones pues ellos mismos han desarrollado parte de sus equipamientos e instrumentos.


Es el caso de dos sondas que serán lanzadas próximamente por la agencia europea. La primera de ellas, de nombre BepiColombo, y con el estudio del planeta Mercurio como objetivo, está planificada para ser enviada en 2013. Contará con el primer altímetro láser espacial europeo cuya unidad de potencia está siendo diseñada en el granadino Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC).

La segunda misión, llamada Solar Orbiter, y prevista para 2017, se dirigirá directamente al centro del sistema solar para investigar las capas externas y la atmósfera del Sol, una tarea en la que también intervendrán instrumentos desarrollados en el centro andaluz.

Concretamente, un medidor de campos magnéticos de alta resolución y un telescopio serán la aportación del instituto granadino a la nave Solar Orbiter.
primero a mercurio. En la primera aventura espacial que "cartografiará" el relieve de la superficie del planeta más cercano al Sol, la investigadora científica del CSIC Luisa María Lara lidera el grupo de científicos y tecnólogos implicados en el diseño del componente.

"Mercurio es, en muchos sentidos, un gran desconocido", comenta la científica, explicando que el planeta prácticamente carece de manto y corteza. "Está formado sobre todo por metales y materiales de gran densidad, lo que apunta a que durante su formación y evolución algún proceso catastrófico pudo arrebatar al planeta sus elementos geológicos más superficiales", indica. Aclarar está cuestión es una de las metas planteadas.


Otros objetivos de la misión BepiColombo, organizada conjuntamente por las agencias europea y japonesa, consistirán en establecer una referencia aproximada de la superficie de Mercurio, estudiar sus variaciones topográficas y magnéticas, así como proporcionar un modelo digital del terreno.

"Son datos que permitirán a los geofísicos averiguar muchas cosas sobre la estructura interna, la tectónica o la edad de la superficie del planeta", subraya Luisa María Lara. Se espera que la información recogida por la sonda suponga un salto cualitativo en nuestra comprensión de la formación del sistema solar, además de sentar las bases para una futura misión de aterrizaje en Mercurio.


El otro gran proyecto que el IAA de Granada está desarrollando para la agencia europea, Solar Orbiter, no es menos ambicioso. José Carlos del Toro, investigador al frente de la parte andaluza de la misión, explica algunos de sus objetivos: "Enviaremos una nave hasta las regiones más internas del sistema solar, poniéndola en órbita más cerca que nunca de nuestra estrella, a más de 100 millones de kilómetros de la Tierra.

Durante unos 7 u 8 años observaremos el Sol con detalle, analizando los flujos de plasma y partículas que se producen en su parte externa, así como la dinámica de su atmósfera y los propios polos, aprovechando un nuevo ángulo. Todo ello nos permitirá desentrañar cómo funciona la dinamo solar", indica.


La misión BepiColombo será de gran utilidad para Solar Orbiter, pues cerca de Mercurio podrá comprobarse la eficacia de ciertos componentes electrónicos y de los materiales aislantes que se han desarrollado por la ESA para resistir la cercanía del Sol. La nave Solar Orbiter se aproximará hasta los 40 millones de kilómetros, exponiéndose a 13 veces más energía que la recibida en la Tierra.


Para la recogida de datos se llevarán a bordo una gran variedad de sensores: analizadores del viento solar, de ondas de plasma, magnetismo, partículas, detectores de neutrones, etc... A ellos se sumarán instrumentos de observación remota, entre los que se cuentan un magnetógrafo de alta resolución y un telescopio.


Sobre estas últimas herramientas trabajan los investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía, quienes, además de ser responsables de toda la electrónica de los instrumentos, fabricarán el dispositivo de análisis en tiempo real de los datos a bordo de la nave, necesario ante la dificultad de comunicación con la Tierra cerca de la atmósfera solar, altamente magnetizada.


Estas dos misiones no han sido las únicas en contar con tecnologías e investigación andaluzas. El grupo de Luisa María Lara trabaja también sobre la "ingente cantidad de datos" que proporcionan las sondas Mars y Venus Express, con el objetivo de conocer más de cerca la composición, presión y temperatura de esas "enrarecidas" atmósferas.
Además de ello, este equipo también toma parte en la misión Rosetta -la primera nave diseñada para aterrizar en un cometa, estando previsto que alcance a 67P/Churyumov-Gerasimenko en 2014-, así como en estudios sobre la atmósfera de Titán, el mayor satélite de Saturno.

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