Discriminar entre quienes sólo utilizan internet para conectarse al correo electrónico y aquellos que lo emplean para realizar descargas de contenidos.
Fue uno de los mensajes que lanzó ayer el consejero delegado de Telefónica, Julio Linares, quien advirtió del riesgo que supone el "imparable" crecimiento de tráfico de datos y el "desacoplamiento" entre los costes de la red y los ingresos de las operadoras que, de continuar como hasta ahora, puede "quebrar el actual modelo" de la industria de las telecomunicaciones.
"Las oportunidades vienen acompañadas de retos a los que hay que hacer frente, y para ello es necesario una respuesta colectiva al desequilibrio imperante", señaló Linares durante su participación en el XXIV encuentro de las telecomunicaciones en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander (UIMP), que organiza Aetic.
El directivo señaló que, como consecuencia del crecimiento de los datos, los gastos de los operadoras son cada vez mayores y se "tensionan" las inversiones.
Linares se refirió a lo "injusto" que es que los usuarios que realizan un uso "normal" de la red se vean penalizados por los que llevan a cabo un "uso intensivo" de la misma.
"Podemos dar diferentes calidades dependiendo de las necesidades de la red o de la demanda de los clientes y podemos, además, ofrecer una mayor flexibilidad tarifaria".
Aclaró que la multinacional seguirá ofreciendo tarifas planas, aunque mostró su "preocupación por el uso ilimitado" que algunos clientes hacen de las mismas. "En Telefónica no estamos en contra de las tarifas planas y vamos a seguir dándolas. Lo que creemos que es negativo son las tarifas planas ilimitadas que permiten manejar cualquier volumen de información", aclaró.
Por esta razón, señaló que la compañía está dispuesta a ofrecer una tarifa adecuada a cada tipo de cliente y a cada segmento del mercado. Así, indicó que se ofrecerán tarifas planas diferentes para los usuarios que sólo quieran conectarse y acceder al correo y otras adaptadas a los clientes que, además, quieran hacer descargas.
"Obviamente las tarifas serán diferentes" y matizó que es una iniciativa que el grupo ya está haciendo en otros países, donde ofrecen distintos modelos de tarifas segmentadas por la velocidad en las ofertas fijas.
Linares indicó que el año pasado había 1.000 millones de hogares, 4.600 millones de personas y 1.400 millones de máquinas conectadas y estimó que para 2020 esas cifras se incrementarán hasta los 1.200 millones de hogares, 6.000 millones de personas y 40.000 millones de máquinas conectadas, lo que supone 50.000 millones de dispositivos conectados, un 90% a través de comunicaciones móviles.
"La primera ola de crecimiento fue la de los hogares, que parece saturada; la segunda, de individuos y móviles y llegará una tercera ola, de dispositivos y máquinas, con una dimensión mayor que la anterior".
A su juicio, la solución a esta situación "insostenible" requiere una optimización de la capacidad, la reducción de costes por megabyte o una paulatina descarga del tráfico a otras redes como la WiFi (inalámbrica).
