Telefónica Móviles España desmanteló el pasado 19 de febrero su estación base de telefonía ubicada en la azotea de una de las torretas del número 2 de la calle Carpa, en San Jerónimo. "Nos levantamos esa mañana, miramos hacia arriba y, de repente, ya no estaba".
Así de claro es el relato de Fátima Gómez, una de las vecinas de la calle y a la vez vocal de la Asociación de Vecinos El Empalme, la entidad que hace tres años inició una cruzada ciudadana contra Telefónica Móviles al entender que este tipo de instalaciones "ofrecen pocas garantías de salud pública".
Su presidente, Ángel Vallano, movilizó entonces al barrio y, cacerolas en mano, impidieron a la grúa maniobrar y a los técnicos terminar de instalar la estructura. En paralelo, recurrieron a cuantas instituciones pudieran hacer algo, la primera de ellas la Gerencia Municipal de Urbanismo que, sensible a la causa, ordenó el 25 de noviembre de 2005 el precintado de la antena, con lo que, como recalca Vallano, "nunca llegó a funcionar, pero tampoco la desmantelaban".
Tres años después, y de madrugada, Telefónica Móviles ha dado por finiquitada la situación llevándosela a otro lugar.
"Van por los bloques ofreciendo cantidades que, la verdad, son tentadoras; pero creemos que vale más la salud de nuestra gente que el que nos salga gratis la comunidad de vecinos", cuenta Fátima, quien a su vez recuerda que se pidió a la empresa garantías de que las emisiones de este tipo de instalaciones son inocuas, "pero lo único que conseguimos fue que nos trajeran a un médico, supuestamente de Telefónica, que nos dijo que no había ningún peligro con las emisiones radioeléctricas; y cuando le pedimos que nos lo diera por escrito, nos respondió que si lo que queríamos era a un cabeza de turco y se negó".
Desde El Empalme, no obstante, se brindó a Telefónica Móviles la posibilidad de instalar la estación base en zonas menos habitadas, como el polígono Nuevo Torneo, el Estadio de la Cartuja o el Cortijo de Tercia.
