La alianza entre Telefónica y Vodafone para compartir infraestructuras de redes en España, Alemania, el Reino Unido e Irlanda fue calificada ayer por ambas operadoras como un acuerdo histórico en Europa que, además, afecta a los dos grandes rivales del sector en el mundo.
Precisamente el domingo pasado, en el dominical británico The Sunday Times, el presidente de Telefónica, César Alierta, afirmaba que la multinacional británica Vodafone era el único rival serio que tenía Telefónica en su esfuerzo por ser el primer grupo mundial de telecomunicaciones.
El programa permitirá la mejora de las coberturas a largo plazo, particularmente en lo que se refiere a servicios como la banda ancha móvil. Al reducir los costes de las redes, ambas compañías podrán continuar invirtiendo en el desarrollo de productos y servicios.
Vodafone y Telefónica, que continuarán gestionando el tráfico independientemente, construirán de forma conjunta nuevos emplazamientos "allí donde se tenga la oportunidad", al tiempo que consolidarán los sitios 2G y 3G ya existentes que albergarán en un único espacio los equipos de ambas firmas.
Aminorar el impacto medioambiental de las redes al disminuir el número de emplazamientos requeridos por cada compañía y reducir costes operativos de red son otros de los objetivos se semejante alianza.
Además de las infraestructuras de telefonía móvil, las dos operadoras estudiarán oportunidades de cooperación en otras áreas como la provisión de servicios de transmisión. El pacto para compartir infraestructuras no es una novedad en España, pues el rechazo hacia las antenas de móviles que sufre la telefonía móvil en algunas zonas ha hecho que las operadoras lleguen a alianzas para emplazamientos conjuntos. Supone, asimismo, ahorros de costes muy importantes, sobre todo en zonas rurales.
