Telemadrid mezcló ficción y realidad en un reportaje que, posteriormente, utilizó el PP como arma arrojadiza del Gobierno. La cadena pública madrileña usó una cámara oculta para un reportaje titulado El coladero de Barajas, en el que se denunciaba, que las mafias colaban a inmigrantes en España desde una puerta sin control. Pero, según explicó ayer El País, todo era una farsa: una de las 5.000 cámaras de seguridad del aeropuerto demostró que era un montaje.
El reportaje no aclaró que las mafias que colaban a los inmigrantes por esa ruta se desmanteló en julio -y se hizo público- y, sobre todo, que la redactora fue escoltada por la T-4 por un policía uniformado, afiliado a la Confederación Española de Policía (CEP) y que, en estos momentos, está sancionado. Tras la publicación de este reportaje, el consejero de Inmigración de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández Lasquetty (PP), atacó al Gobierno y al Ministerio del Interior y se planteó denunciar a AENA.
Telemadrid rechazó ayer las acusaciones de "manipulación informativa" en relación al reportaje. De todos modos, PSOE e IU reclamaron ayer la comparecencia de la directora general de esta cadena, Isabel Linares, para que de cuenta de este "montaje". Por su parte, el comité de empresa de Telemadrid exigió "medidas urgentes y depuración de responsabilidades" por la emisión de este polémico reportaje.
