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"Ten cuidado que el teléfono está pinchado"

La madre del Cuco le dio ayer coartada a su hijo al decir que pasó toda la madrugada en su casa.

el 16 nov 2011 / 10:15 h.

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"¿Reconoce que le dijo a su hijo que tuviera cuidado porque los teléfonos estaban pinchados?", preguntó el abogado de la familia de Marta, José María Calero. "Sí", contestó contundente la madre del Cuco, Rosalía García Marín que ayer acudió a declarar después de que el forense determinara que estaba en condiciones de hacerlo, pese a su esguince. Llegó entre gritos e insultos.

En silla de ruedas, con media pierna escayolada, la madre del que fuera menor entró acompañada de su pareja. Tras pasar ante los padre de Marta del Castillo, a los que no miró en ningún momento, la madre de Javier García Marín defendió la inocencia de su hijo. Mientras en la calle se oían gritos de "Cuca, di la verdad", Rosalía reconocía sin tapujos que advirtió al Cuco que no hablara porque los teléfonos estaban pinchados, aunque dijo que lo hizo sin "ninguna intención, simplemente advertírselo".

La noche del 24 de enero de 2009 fue ella misma la que comprobó que cuando llegó a casa, "sobre la 1.30 o las 2 horas", su hijo estaba en su cuarto. "Estaba dormido, le di un beso y me acosté", negando que ella llegara a su casa cerca de las 5 horas como la Policía cree. Sobre la posibilidad de que aquella noche el Cuco cogiera las llaves de su coche, en un principio dijo que "sí", pero luego rectificó, pese a que el juez le advirtió que "eso estaba grabado". "No puede ser porque siempre llevo las llaves del coche en el llavero con las de mi domicilio", dijo. Sin embargo, poco después admitió que ella fue la que ordenó que aspiraran su coche después de los hechos y lo hizo "por teléfono desde mi otro trabajo" a su marido que, pese a no estar con ella, le dio las llaves del coche al Cuco y a Samuel Benítez para que lo limpiaran por dentro.

La madre de Javier García, condenado por sentencia firme a tres años de internamiento por un delito de encubrimiento , también reconoció que su hijo "tenía una colección de navajas" y que se deshizo de ellas tras el crimen. "Fue al tiempo largo, la hice desaparecer, pero no sé si tenía una navaja tipo mariposa", señaló.

Por otro lado, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial admitió ayer elevar al Tribunal Supremo el recurso presentado por la defensa del menor contra la condena a pagar más de 414.000 euros por los gastos generados de la búsqueda en el río.


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