Los jugadores cuentan las horas para que el balón comience a rodar. Frederic Kanouté y Daniel Alves, dos de los pilares del Sevilla, no dudan en asumir la obligación de ganar mañana. Respetan al Betis, pero entienden que, haciendo bien las cosas, hoy por hoy son favoritos a la victoria.
"Como siempre, será un partido muy caliente, aunque espero que no se sobrepasen los límites. No hay que olvidar lo que ha pasado y sí tener buena actitud y que todo quede en el terreno de juego. Es un partido importante para un delantero y para la ciudad, ya que aquí el derbi es el partido del año. Yo, personalmente, tengo muchísima motivación", comenta Kanouté, que habla así de cómo llega el Sevilla a la cita: "El año pasado éramos un poquito más favoritos. Este año ninguno de los dos hemos comenzado bien la Liga, pero tenemos que demostrar que somos mejores".
Daniel, por su parte, se muestra prudente y ambicioso a la vez. "En estos partidos siempre se respetan los rivales, pero jugamos en casa y somos los que debemos llevar la manija del partido e imponer nuestro ritmo. Sabemos que jugando a nuestro nivel somos muy difíciles de batir. Tenemos la responsabilidad de atacar e intentar ganar ante nuestra afición", dice el hispano-brasileño, que resta trascendencia a las bajas del Betis en su costado izquierdo. "No se trata de atacar por nuestra banda sino de hacerlo con inteligencia", explica.
"En importancia, el Sevilla está una mijita por encima, pero cuando ruede el balón se acabará todo y serán dos equipos igualados y con el mismo objetivo de ganar. Da igual que lleves cincuenta partidos seguidos ganando o perdiendo", apunta.