-->-->-¿Es una buena o una mala noticia que Hamid Karzai sea el presidente afgano para los próximos cinco años?
-En Afganistán hay tres problemas: por un lado, el problema de credibilidad del apoyo europeo. El apoyo de países como España es débil y la calidad de la misión ha sufrido. De otro lado, hay una fractura en la antigua Alianza del Norte [que tenía como objetivo común derrocar al régimen talibán]. En tercer lugar, no hay un plan efectivo del Gobierno afgano para romper a los líderes de la insurgencia.
-¿Cómo es Karzai? ¿Es tan integrista como reflejan algunas de sus medidas?
-Es un pragmático. Es un hombre muy inteligente que quiere preservar el poder. Tiene un papel muy complicado y la verdad es que ha roto la confianza en el nivel democrático. Pero Abdulá no era una opción, no puede ganar, es hijo de una pastún y un tayiko y los afganos no le identifican como un líder que unirá. Hamid Karzai tenía la opción A para ganar sin atasco, era la elección más aceptable para la mayoría de los grupos étnicos de Afganistán, aunque ha perdido apoyo.
-¿Qué papel ha jugado la comunidad internacional en las elecciones?
-Tendremos elecciones en 2010 a la Asamblea Nacional y, de seguir así, será un desastre. Necesitamos con urgencia un diálogo. Necesitamos proyectos para ayudar a los afganos a tener elecciones justas. Hay que ver Afganistán con más realismo, es un país con violencia y nunca va a ser perfecto en el futuro. Aunque yo creo que es posible [que el fraude no se repita], lo que ha pasado es el resultado de la falta de un plan internacional.
-¿Es el de Karzai un Gobierno legítimo?
-Ha perdido mucha de su legitimidad, pero no hay alternativa. El Consejo Nacional no tiene poder, tampoco el provincial, ni el gobierno local. No tienen fondos. Todo el país está en manos del presidente y sus aliados y Karzai necesita más poder en otras manos.
-¿Se aprovechan los talibanes de esos vacíos de poder?
-Los talibanes, a nivel local, han construido un sistema que funciona en paralelo al oficial, tienen sus reglas, su sistema. En las provincias como Bagdhis, de las más pobres, no hay un plan coherente de las autoridades locales. Y la insurgencia tiene un plan para dominar la economía local, para dar seguridad, para controlar a las bandas armadas...
-¿Cómo afecta el nuevo escenario a la misión exterior?
-No es aceptable que decidamos mañana que nos vamos. No hay una alternativa, no podemos tomar una decisión tan grave con una situación tan arriesgada. Y no podemos saber cómo será el futuro si replegamos demasiado rápido, sin un pacto entre el Gobierno y la insurgencia. Los insurgentes tienen cosas que no tiene el Ejército afgano.
-¿Cree que EEUU enviará más tropas?
-Seguro, yo creo que algo menos de 40.000 soldados, como propone McCrystal. Pero Obama está pensando en términos muy diferentes, como en qué hacen esos hombres en las provincias.
-¿Qué tiene que ocurrir en Afganistán para que garantice su propia seguridad y no hagan falta tropas internacionales?
-Tenemos que luchar. Mucha gente cree que es cruel decir esto, pero hay una insurgencia que cree que va a ganar. Y en provincias como Herat o Bagdhis, está ganando. Los insurgentes saben lo que pasa en Europa, que las tropas europeas no tienen voluntad para tomar la ofensiva. Además, hay que reformar el sistema electoral afgano y tenemos que mantener un diálogo con Karzai sobre su sistema de gobierno, porque el de ahora no funciona.
-¿Es ése el error que está cometiendo España, declararse sólo en misión humanitaria?
-Yo sé que el Ejército español es muy efectivo. Parece raro cuando España manda tropas de élite, como paracaidistas, y sólo están en función de reconstrucción. Estamos en una situación de insurgencia, el papel tiene que cambiar. Oficialmente, España es mando militar allí y debe pensar sobre ello. ¿Qué hacen los paracaidistas allí? Hay 15 soldados de unidad civil militar, pero hay cientos más como soldados de élite que no pueden luchar si no tienen permiso para tomar la ofensiva en una campaña contra la insurgencia. Es complicado para el Gobierno español porque la población no acepta que está en guerra y tal vez es tarde para cambiar la misión.
-¿Qué opinan de Karzai los afganos?
-Es una mentira decir que los afganos no quieren democracia. No es justo, es una opinión demasiado fácil. Es una mentira que Afganistán sea corrupto y que siempre lo será. No hay un programa para ayudar al país. España tiene una obligación en Afganistán pero ha preferido trabajar en Guatemala, no ha habido un esfuerzo muy grande. Por eso no es correcto decir que llevamos allí ocho años.
-¿Qué se debe hacer entonces para sacar rédito a la misión?
-Tenemos 40 países allí y cada uno tiene una visión de la reconstrucción. No hay una estructura. El esfuerzo de aliados distintos no funciona, es caótico y los afganos no lo entienden. Si no hay un plan sostenible no podemos ganar esta guerra.
