-Le escuchamos, le vemos y le leemos. Ya hasta ‘su cara nos suena'. ¿Tiene el don de la ubicuidad?
-Tengo un álter ego y sí, nos vamos turnando para conseguir llegar a todo.
-¿Qué le exige su carrera?
-Ser muy estricto con los horarios y tener unos muy buenos equipos. Me levanto a las cuatro de la mañana y hago una pequeña siesta para afrontar después el directo de la noche.
-¿Qué tiene de especial el programa ‘Tu cara me suena'?
-Es muy exigente, porque lo que va a suceder no lo sabe nadie. Tengo que estar muy ágil para comandar la situación. Es un formato con el que yo también me divierto en mis ratos libres. Tengo una banda, cantamos y nos disfrazamos entre amigos. Y este espacio forma parte de mi sentimiento más canalla, más divertido y más íntimo.
-Santiago Segura es una apuesta que se repite en ‘Tu cara me suena'. ¿Qué le aporta Segura al programa?
-Es un lujo trabajar junto a alguien al que le puedes pasar el balón y sabe rematarlo, en el ritmo y en el tiempo que requiere un show. Poder interactuar con él es siempre una garantía.
-¿El jurado del programa también resulta un lujo?
-Àngel Llàcer, Carlos Latre, Carolina Cerezuela y Mónica Naranjo son la bomba. Les conozco y entre todos ellos hay un ambiente genial.
-¿Se esperaba usted el éxito que ha tenido el ‘show'?
-Sé que suena muy raro, pero lo deseábamos mucho. Además, que haya conectado con tantas capas y tantos perfiles diferentes nos hace muy felices. Y que cada noche haya muchas etiquetas en Twitter que nos siguen quiere decir que la gente está enganchada al programa.
-¿Qué es lo más significativo del programa?
-Es un espacio que se puede ver en casa sin molestar a nadie y cada uno hace su propia lectura. Hay muchas capas en el programa. Hay famosos que cantan y competitividad entre ellos. Hay un espectáculo que nadie sabe cómo se va a resolver cada día. Ni siquiera yo. Y por tanto exige que el talento se corrija, se dirija, se mida en directo, sin un guion preestablecido. Eso lo diferencia de otros productos televisivos.
-¿Qué le parecen los nuevos concursantes?
-Son casi tan peligrosos como el jurado. Son muy valientes por prestarse a las putadas que les tiene preparado el pulsador.
-Ante la crisis, ¿qué le diría a la gente que le ve?
-Que tenga esperanza, que cuando la realidad es muy, muy dura, uno se tiene que apuntar al sueño. Es el motor para que la realidad funcione. Si perdemos la esperanza, va a ser muy difícil. Es imprescindible para salir de esta situación.
-¿El humor ayuda?
-Sin duda, el humor resulta el mejor compañero para vivir, porque al final te mueres. Ése es nuestro destino.
-¿Qué es lo que le hace reír?
-Compartir con el jurado del programa, con los concursantes, con los que hay muy buena onda. Incluso fuera del programa nos reímos mucho. Luego están los amigos, la familia. No creo que haya pasado un solo día en toda mi vida en que no me haya reído por alguna cosa.
-¿Tiene otros proyectos esperando en su agenda?
-Hoy prácticamente ocupa todo mi tiempo la radio, que son seis horas de directo, más Tu cara me suena, que para mí es el gran formato de la televisión. Me gusta hacer muchas cosas: mi grupo de música, que miro de no dejarlo, pero tengo que concentrar mis energías para que esto me salga muy bien.
-Se ha metido en la piel de Andrés Calamaro. ¿Qué otro personaje le gustaría imitar?
-Pues nunca se sabe, pero creo que todos tenemos un pulsador en la vida, nunca sabes quién vas a llegar a ser o qué vas a conseguir. El reto siempre hay que ponerlo alto, hay que trabajar duro y afrontar con ilusión todo lo que venga. En la comunicación me he expresado en muy diferentes formatos y programas, pero tengo ganas de sorprender y sorprenderme muchísimo más.
