Local

Tensa calma en el tren de mediodía

Viajeros en el andén a la espera de la llegada del tren de mediodía. Una espera sin expectativas de cambio para el problema que plantean los usuarios: vagones demasiado atestados. Antes de ayer fue un motín. Ayer, el apoyo calmo a la acción que cortó la vía del C-1. Renfe insiste en que es un buen servicio.

el 15 sep 2009 / 18:23 h.

TAGS:

Viajeros en el andén a la espera de la llegada del tren de mediodía. Una espera sin expectativas de cambio para el problema que plantean los usuarios: vagones demasiado atestados. Antes de ayer fue un motín. Ayer, el apoyo calmo a la acción que cortó la vía del C-1. Renfe insiste en que es un buen servicio.

Después de los 40 minutos que estuvo cortada la vía el jueves, ayer el ambiente en el apeadero de Renfe de Virgen del Rocío estaba más templado aunque con la resaca de la tormenta del día anterior. Los usuarios habituales de la línea de cercanías C-1 se confundían a mediodía del viernes con los estudiantes que, desde el campus universitario de Reina Mercedes, esperaban a que llegaran sus correspondientes trenes regionales con destino a Andalucía oriental. Cuando éste llegó, la cruda realidad: la mayoría de los pasajeros eran los que esperaban el C-1. Se agolpaban en el andén a la espera de que llegara el tren de las 14.22.

No se repitió la escena del motín ni hubo ningún altercado. Lo que sí se respiraba era cierta indignación por la situación que días tras día tienen que vivir las media de 22.000 personas que hacen uso de la línea de cercanías que une Utrera con Lora del Río pasando por Sevilla y Dos Hermanas. Los viajeros insistían, en la mayoría de los casos, que el servicio que ofrece Renfe dista mucho de lo deseable por "la mala distribución de los trenes". "Son nuevos y más pequeños. No nos quejamos por ir de pie, es que vamos hacinados como animales", se quejaba Manuel, un trabajador que hace a diario el trayecto Utrera-Virgen del Rocío-Utrera desde hace nueve años.

Fuentes de Renfe afirmaron, no obstante, que es normal en un servicio público de estas características, de trayectos cortos, que tengan que ir viajeros de pie. Sobre el tipo de tren elegido para realizar este servicio de cercanías, la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles dispone del modelo Civia, un tren de tres coches, con una capacidad máxima autorizada superior a las 550 plazas (162 sentadas y 338 sin asiento).

Para los pasajeros, el problema reside en el diseño, que impide a los 338 viajeros que pueden ir de pie vayan cómodos: "Entre las bicis y el olor a humanidad, no sabes hacia donde mirar para no desesperarte", se quejaba José García minutos antes de subir al tren. Según Renfe, existe un límite de bicicletas por vagón, "pero no controla nadie", interviene otro viajero.

Otro problema que tenían los usuarios es la "falta de concordancia entre el precio y el grado de comodidad". "Lo que no puede ser es que paguemos 61 euros por el abono mensual y que viajemos mal", reflexionaba Consuelo Moreno. Su compañera de espera apostillaba: "Entiendo que para la empresa tienen que resultar rentables, pero no estría mal que pusieran otro vagón más para aliviar los que van llenos".

Aún así, los viajeros mantienen su esperanza en el cercanías por la rapidez del trayecto y los precios competitivos. "Yo lo prefiero al autobús porque, aunque también vaya de pie, me cuesta menos, 1,4 euros ida y vuelta, y es más rápido", reconocía un vecino de Padre Pío que coge el tren con asiduidad para ir al médico.

Con seis trenes en total cada 15 minutos en hora punta (de 13.46 a 15.46 horas), con una capacidad para 4.200 personas, el apeadero de Virgen del Rocío, según datos de Renfe, es el que más volumen de viajeros en tránsito soporta para la línea C-1, con una media de 6.527 usuarios que suben y bajan a diario en esta estación.

  • 1