Más de 300 personas entre familiares y amigos de presos de la banda ETA se concentraron a mediodía de ayer ante la prisión provincial de Jaén para pedir la excarcelación de los internos condenados por terrorismo, así como para que no se aplique la doctrina Parot, según la cual la reducción de penas por beneficios penitenciarios se aplica respecto de cada una de las condenas individualmente y no sobre el máximo legal permitido de permanencia en la cárcel.
En declaraciones a Europa Press, el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo Verde Esperanza , Francisco José Alcaraz, explicó que ante ese "homenaje a etarras" un grupo integrado por unas 16 personas se situó frente a ellos para defender, entre otras cuestiones, el "cumplimiento íntegro de las penas a los terroristas", la aplicación de la doctrina Parot "a todos los terroristas con más de un asesinato", así como la "expulsión de ANV [la lista política que ampara las acciones de ETA] de los ayuntamientos vascos y navarros".
Alcaraz se mostró además "sorprendido" de que se permitiera a esas más de 300 personas "entrar dentro del recinto" para entonar cánticos, lucir pancartas, ikurriñas y banderas pro etarras, desplegar incluso un globo aerostático con una bandera gigante y proferir "insultos", mientras que a ellos les dejaron "al otro lado de la carretera".
Uno de los momentos "más tensos", según relató Alcaraz, se vivió cuando ellos pusieron el himno de España; la situación llegó a ser "bastante complicada" hasta que la Guardia Civil finalmente exigió a los familiares y amigos de ETA que se subieran a sus autobuses, cinco en total. Varios testigos sostienen que los allegados de etarras profirieron amenazas a las víctimas.
