Ayer fue el tercer día consecutivo en el que 1.500 vecinos de la zona de Eduardo Dato y Luis de Morales tuvieron que lidiar con los cortes de luz debido a una avería en la línea subterránea de Luis de Morales. El último corte se produjo ayer hacia las 12.30 horas de la mañana y no se solucionó hasta las 15.00 horas. Según el portavoz de Endesa, Salvador Salazar, la última reparación será la definitiva, ya que han dejado fuera de la línea el cable que estaba causando las averías. Pero después de tres días consecutivos con fallos en el suministro, los vecinos y los negocios afectados no terminan de creérselo.
Los problemas comenzaron el martes. A las 16.15 unos 4.500 vecinos de la zona de la Enramadilla se quedaron sin luz debido a un fallo subterráneo en cadena. A última hora de la tarde el número de afectados se redujo a 1.500, que recuperaron el suministro a las 12 de la noche. Pero el arreglo no fue definitivo.
El miércoles la luz volvió a irse hacia las nueve de la noche y hasta las dos de la madrugada, ante la desesperación de vecinos y negocios de la zona. "Al menos se podía dormir y no había ninguna ola de calor", cuenta una vecina, que vive en un décimo primer piso y que lleva tres días subiendo las escaleras con su bebé en brazos por miedo a que, si sube al ascensor, éste se quede parado por una nueva avería.
Otros han pasado de la desesperación a la indignación con mayúscula. Se trata de los responsables del Hotel Hesperia, un establecimiento de cuatro estrellas que también está entre los afectados por el corte. Desde que se produjo la primera avería hasta la tercera al mediodía de ayer, han tenido que desviar 40 habitaciones de las 150 que tenían reservadas a otros hoteles.
La responsable de recepción explicó ayer a este periódico que las pérdidas que han tenido estos días, teniendo en cuenta "el coste de realojar a los clientes, los alimentos estropeados de las cámaras frigoríficas, las reservas que no han podido atender por teléfono porque la centralita no funcionaba... todas ellas llegan a "cantidades impresionantes".
Tanto el hotel como los vecinos comparten una queja: la falta de información por parte de Endesa. "Nos dan unos plazos para la reparación que después no se cumplen", aseguran desde el hotel. Otra vecina añade que, además, no les han explicado cuál es el problema y que "solo nos dicen que llamemos cada 90 minutos a un teléfono 902". El portavoz de Endesa niega que no estén dando explicaciones a los clientes y asegura que "el Cecop social ha estado permanentemente informando sobre la avería".
