Cultura

Teresa Rabal: "Hay una competencia desleal entre circos que no me gusta"

el 27 mar 2011 / 20:46 h.

Teresa Rabal ha plantado su circo en el Prado.
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-Usted es un clásico para muchas generaciones. Un clásico que nunca se ha bajado de los escenarios. ¿De dónde saca la energía? ¿No se cansa?

_-No. Yo es que no he dejado de trabajar nunca, lo que pasa es que ha habido una época en la que me he dedicado más a la televisión, a los premios Veo Veo, o a dirigir. La verdad es que tenía muchas ganas de volver a los escenarios como artista. Ha sido muy emocionante porque yo esperaba buena aceptación del público, pero no tanta. Y sí, creo que me moriré sobre un escenario.

-¿Ha cambiado su proyecto del circo desde que comenzara en 1980 hasta ahora?

-Realmente el circo de Teresa Rabal es diferente. No tiene nada que ver con un circo tradicional. Sí que ha cambiado sobre todo fuera de nuestras fronteras, en Europa; aquí, un poquito menos. La gente se agarra mucho al circo tradicional, que está bien conservarlo, pero tendría que haber otra opción. Y el circo está pidiendo una evolución.

-El suyo no tiene animales, lo que ya lo hace diferente.

-No soy partidaria de que los animales no estén en su hábitat y en los circos hacen cosas que su propia naturaleza no les pide.

-¿Ha pensado en volver a grabar discos?

-Sí. Nosotros debutamos en su momento con este espectáculo en Madrid, donde logramos estar tres meses con mucho éxito, y entonces vino Sony y me propuso grabar un disco nuevo para niños, que saldrá en septiembre.

-¿Cree que los niños tienen música y canciones adaptadas a sus necesidades específicas?

-No, y creo que es un error muy grande. Pasa exactamente igual con los programas de televisión, hay muy pocos destinados expresamente a los niños. A mí me parece un error grave, la infancia no hay que saltarla. Ahora los niños escuchan la música de los jóvenes, por lo que hay un espacio ahí que les falta, que es la música pensada para los niños, con canciones que ellos entiendan, que les aporten una enseñanza. Yo he llegado a escuchar de directivos de las cadenas de televisión la frase "un niño no vende". Esto es una auténtica barbaridad social, una burrada. Parece que ahora hay un reclamo de los padres que no tienen dónde llevar a un niño o que donde lo llevan no es adecuado. A un niño hay que darle calidad para que vaya aprendiendo a ser un buen espectador.

-¿Es más difícil entretener a los niños de hoy? ¿Son más exigentes los niños de hoy?

-Es verdad que ha cambiado la forma de ocio de los niños. Los niños actuales están más con las maquinitas. Pero, y ésta ha sido una gran sorpresa para mí, he notado cómo pese a ello reaccionan de la misma forma ante el espectáculo. ¿Eso qué quiere decir? En primer lugar, que el niño tiene una gran soledad. Los padres, tanto el padre como la madre, trabajan y lógicamente tienen bastante menos tiempo para poder estar con ellos. Es una locura social, porque los niños necesitan contacto y no la frialdad de un ordenador. En el momento en que a ellos les tocas su fibra infantil, y pueden expresarse, les ves una cara de felicidad que te llena.

-Entonces, pese a las máquinas, ¿el circo tienen futuro?

-El circo no desaparecerá nunca porque es un espectáculo eterno. Lo que no quita para que necesite una legislación que regule el montaje y todo lo que conlleva. Es una cantidad de papeleo para estar quince o treinta días de locura. La administración exige la misma cantidad de papeles que si fuera para construir un edificio, y eso no puede ser porque es un espectáculo cultural. Y por otro lado, hay una competencia muy desleal entre los circos que no me gusta nada. Es un ataque constante sobre todo de circos grandes que no dejan comer a los pequeños y esto es una barbaridad. Si el mundo del circo se uniera podríamos conseguir muchísimas cosas sin dañarnos, como hizo el teatro.

-¿Dónde está el problema?

-Existe un monopolio enorme de los circos grandes, y te digo además el nombre, del Circo Mundial, que me parece ilegal e injusto y va en contra del propio mundo del circo. Pero una cosa te digo: conmigo no van a poder...

-Volvamos a su carrera, al origen. Sus comienzos fueron en el cine nada menos que con el maestro Buñuel a los 9 años. ¿Por qué decidió abandonar su carrera como actriz para dedicarse al público infantil?

-Hace muchos años, cuando empezó el cine de desnudo en España, comenzaron a hacerse unos guiones horribles en los que sólo había desnudo y más desnudo. Y yo dejé el cine en ese momento, no quise hacerlo y fue entonces cuando grabé el primer disco para niños y empezó a funcionar muy bien. Aquello empezó a crecer y a crecer y se convirtió en lo más importante de mi carrera, y hasta ahora dura.

-Su fundación se creó para dar cobertura a los Premios Veo Veo. ¿Cómo los creó y cuál es su recompensa?

-La fundación otorga becas de estudio dentro de la música, la danza y las artes escénicas para los niños. Todavía se están pagando muchísimas becas, lo que ocurre es que depende de las subvenciones y con la crisis hemos tenido que suprimir las educativas y culturales, con lo cual la fundación ha tenido que parar el trabajo por un par de años o tres. Eso sí, se ha hecho muchísimo trabajo, pero ha sido bastante duro por mi parte, que lo llevaba yo todo, y la verdad es que no he dado más de mí...

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