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Tetuán pierde un balcón

El desprendimiento del balcón de un cuarto piso en la calle Tetuán provocó ayer el cierre de un tramo a los peatones durante dos horas y más de una tortícolis, aunque no hubo que lamentar daños porque la estructura no llegó a caer a la calle, sino que fue desprendida por los Bomberos para evitar males mayores.

el 16 sep 2009 / 06:44 h.

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Vídeo: Gregorio Barrera

El desprendimiento del balcón de un cuarto piso en la calle Tetuán provocó ayer el cierre de un tramo a los peatones durante dos horas y más de una tortícolis, aunque no hubo que lamentar daños porque la estructura no llegó a caer a la calle, sino que fue desprendida por los Bomberos para evitar males mayores.

El curioso incidente se produjo antes de las nueve y media de la mañana, cuando los comerciantes empiezan a llegar para abrir sus negocios, según explicó el dependiente del despacho de loterías que se encuentra en el mismo portal del bloque que sufrió el accidente, un edificio que ocupa los números 5 y 7 de la calle Tetuán.

Curiosamente, la ocupante de la vivienda afectada ni siquiera se percató: la mujer tenía que salir de viaje y cuando atravesaba el vestíbulo con su maleta fue alertada por el mismo lotero. La noticia la dejó sorprendida, a pesar de que la Policía llevaba ya un buen rato con la calle cortada y acordonada desde el cruce con Rioja hasta el tramo que corta Muñoz Olivé.

nadie en la calle.

Los vecinos habían avisado a primera hora al escuchar el ruido provocado al caer un cascote, que fue recogido por el balcón de la vivienda inferior y no llegó a precipitarse al suelo. "Gracias a Dios, a esas horas en esta calle no hay nadie, y menos en agosto", se felicitaban los comerciantes. Los policías comprobaron que todo el suelo del balcón era inestable, por lo que aseguraron el perímetro de la calle con un precinto para que los peatones no pasaran por debajo del balcón.

Los Bomberos, que llegaron sobre las once de la mañana con una grúa para poder llegar hasta la cuarta planta desde la calle, desprendieron el resto del hormigón del suelo del balcón, y también su estructura metálica.

Quedó colgando la barandilla, monda y lironda, y los cascotes del suelo del balcón se acumularon en una montañita en el suelo, justo al lado de la tienda de ropa para bebés instalada en los bajos comerciales del edificio, donde las dependientas explicaban que hasta las once de la mañana no habían podido abrir porque policías y bomberos estaban trabajando justo delante.

El desmontaje del balcón tampoco supuso especial dificultad. Sobre las 11.30 horas, la Policía Local volvió a permitir el paso peatonal.

La caída del balcón, que el boca a boca engrandeció y retorció para convertirlo en la caída de una cornisa e incluso una fachada, según quién lo contara y cuándo, fue la comidilla de la calle durante toda la mañana. Pocos peatones se resistían, ante las explicaciones de vendedores y vecinos, a mirar hacia arriba con la mano como visera para comprobar el descosido que la caída del balcón había dejado en la cuarta planta del edificio, aunque desde el suelo casi no se veía.

Cerca del mediodía, la empresa pública de limpieza, Lipasam, se llevó la pila de escombros acumulada junto al suelo junto con los restos del precinto policial, dio un buen barrido al tramo de la calle en la que los Bomberos habían estado trabajando, y la calle Tetuán recobró la normalidad.

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