Teatro de la Maestranza. 24 de junio. Programa: Obras de Gluck, Khachaturian y Mahler. Intérpretes: Jean-Yves Thibaudet, piano. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Gunter Neuhold, director.
Nada más lejos de algunos de los tópicos con los que ha sido adjetivado el Concierto para piano de Khachaturiam. Ni tópico ni superficial, la obra, cinética, virtuosa, violenta, recuerda a Mossolov y a Prokofiev. Y Jean-Yves Thibaudet a quien asociamos con un repertorio más frugal se desparramó por la partitura con un piano martilleante y afilado. La ROSS, dirigida por Günter Neuhold, acertó más con el tono de la pieza en lo que tocó a los metales -secos y burlones- que en la cuerda, más sedosa y no del todo acorde con el pétreo formalismo de la música.
La archiconocida Sinfonía n.1 ‘Titan' retomó el tono anterior desde la perspectiva de una creación mayor, épica. Neuhold acentuó el carácter tragicómico de la marcha fúnebre, calculó bien las suspensiones de sonido tan caras a Mahler y equilibrió las fuerzas para dar con el tono marcial y brillante, un punto desaforado -la música así se lo permite- de la Sinfonía.
Pasando por alto algún roce en los vientos y un puntual desequilibrio dinámico en los metales, la ROSS brindó una versión más entusiasta que meditada, un notable colofón de temporada que casi no hace otra cosa que poner el punto y seguido. En septiembre, Pedro Halffter inaugurará el nuevo curso con más Mahler, en esa ocasión aguarda la Sinfonía n.3.
