Dice la tradición del campo que por San José se realiza la siembra de los principales cultivos de regadío de la provincia de Sevilla, como algodón y maíz, pero este año todo está retrasado debido a unas lluvias que no cesan y tienen los embalses a reventar. Eso sí, la cosecha de los cereales de invierno será grandiosa, a tenor de las primeras estadísticas que maneja la Consejería de Agricultura, aunque todavía muy incipientes habida cuenta de que queda mucha primavera. Lo mejor, los pantanos, que pronostican una excelente campaña de riego. A día de ayer los pantanos de regulación general del Guadalquivir, que forman el tronco principal de la agricultura de riego, estaban al 95,09% de su capacidad. En Sevilla, la media era del 92,76%, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Aquí, en concreto, el pantano de José Torán se encontraba al 100%, el de Puebla de Cazalla, al 88,30%; el de Huesna, al 89,81%; el de Pintado, al 94,14%; el de Melonares, al 96,36%; el de Cala, al 86,86%; el de Zufre, al 100%, el de Aracena, al 94,79%; el de la Minilla, al 89,62%; el del Gergal, al 100%; el de Torre del Águila, al 79,58%; y, por último, el del Agrio, al 96,01% en esta relación hay embalses onubenses pero están asignados a Sevilla. Sólo el de Torre del Águila aún no desembalsa. En el resto, agua que entra, agua que sale y va, pues, directamente al río. Por lo general, dicen los técnicos del departamento de Luis Planas, la situación de los cereales, siendo mayoritarios en Sevilla el trigo y la cebada, es magnífica. Las estimaciones iniciales para el conjunto de Andalucía apuntan a una producción de 1.231.333 toneladas de trigo, frente a 487.930 del año pasado estuvo marcado por la sequía que se recolectarán sobre 425.283 hectáreas, casi las mismas que las destinadas durante la campaña agraria de 2012. De cebada se esperan 122.622 toneladas, con un leve descenso pese al aumento de las superficie. El crecimiento previsto de la cosecha es incluso más acusado para la provincia sevillana, donde casi se cuadruplicarán las toneladas de trigo, al pasar de 163.569 a 696.100, manteniéndose las tierras sembradas (187.000 hectáreas). El promedio de 2008-11 fue de 472.319 toneladas. En el Bajo Guadalquivir, agregan los agrónomos, las lluvias intermitentes están impidiendo o limitando las siembras de maíz y tomate, así como las del algodón, unas labores que, sin embargo, se pueden demorar hasta abril.