El campo no atraviesa por sus mejores momentos, pero se trata de una situación que se repite año tras año. "Los agricultores andaluces se sienten solos y desamparados por las administraciones central y autonómica", destacó ayer el presidente de Asaja-Sevilla, Ricardo Serra, quien calificó 2010 como "el año de las oportunidades perdidas de algunos proyectos legislativos que no han venido a resolver los problemas del sector agrario".
Los debates sobre el futuro de la Política Agraria Común (PAC) más allá de 2013 han centrado gran parte de la agenda de Asaja durante este último año. Pero la propuesta se ha transformado en "una nueva decepción que pone en serio peligro la supervivencia de la agricultura andaluza", destacó Serra.
Todos los sectores productivos intentan encontrar soluciones en tiempos de crisis, pero 2010 ha sido un año marcado por factores y negativos, y también un ciclo donde se han agravado los problemas del campo. Las lluvias del último mes y del invierno pasado han supuesto importantes pérdidas para la agricultura. Pero no es el único motivo de este deterioro, sino que la caída de la renta sostenida, el envejecimiento de la población activa agraria, la falta de competitividad de las explotaciones o la ausencia de infraestructuras son factores que también han intervenido en este retroceso económico.
"Más de 20.000 agricultores andaluces han abandonado su actividad en los últimos tres años". Son palabras de Ricardo Serra, quien aprovechó para recordar la importante brecha que continúa latente entre los precios en origen y destino. "Es una pérdida en la cadena de valores". En 2010, prácticamente todas las producciones agrarias se han vendido a pérdida, mientras que la renta agraria está congelada desde el año 1993.
No obstante, importantes cultivos referentes de la agricultura andaluza han experimentado en este año, que está apunto de echar el cierre, una crisis de precios sin precedentes. Se trata del aceite de oliva y la aceituna de mesa.
El sector agrario andaluz y la Junta han consensuado un documento con una postura común sobre la reforma de la PAC y las ayudas directas, que representan de media el 45% de la renta de los agricultores y ganaderos que se ven amenazados con la propuesta europea de tarifa plana. Dicha medida supondría pérdidas de 1.000 millones de euros al año entre 2013 y 2020. "Y sería una catástrofe para el sector olivarero", según Serra.
Ante esta situación, el campo andaluz está ultimando un documento en el que se planteará al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino que se establezcan unos criterios de diferenciación objetiva y no discriminatorios de las distintas zonas y sectores productivos. El objetivo consiste en mantener el nivel de fondos que tiene actualmente la comunidad, puesto que se trata de la región con un mayor número de ayudas por hectárea. "En la reforma de la PAC, Andalucía puede salir perdiendo si no nos movemos", destacó el presidente de Asaja-Sevilla.
Serra se muestra firme al calificar la labor desempeñada por el Ministerio que representa a su sector. Hasta el momento, considera que la nota de la ministra cordobesa, Rosa Aguilar, es "no presentado", debido a que no se sienten amparados por las posturas que se están adoptando desde el Gobierno central. Además, tildó de "tonterías" que Aguilar quiera pintar de verde el Ministerio. "Queremos ver hechos", añadió.
Ayer también hubo tiempo para hablar sobre la política hidráulica que lleva a cabo la Administración andaluza. Para Asaja, "intentan ahorrar, pero no incrementar las reservas mediante pantanos y la construcción de balsas".
A pesar de todas las piedras que se encuentran en el camino, "los agricultores han demostrado su capacidad para seguir combatiendo la batalla", manifestó Serra. Una situación que intentan sobrellevar.
COAG apunta al «abuso de dominio» de la distribución
COAG-Andalucía reclamó ayer un giro en la política agraria comunitaria para establecer mecanismos de regulación, dotar a los productores de mayor capacidad negociadora a través de las organizaciones agrarias e interprofesionales y, sobre todo, propusó el establecimiento de contratos tipo. Además, añade que en el balance de 2010 vuelve a destacar "el papel fundamental que ejercen los bajos precios en origen, impuestos por una gran distribución que abusa de su posición de dominio sobre los productores, en un mercado que se caracteriza por el desequilibrio y la falta de regulación". Al derrumbe de los precios se suma la subida de los costes de producción "debido a las maniobras especulativas".
UPA denuncia que lo que cobran «es ruinoso y asfixia»
La Asociación agraria UPA en Andalucía advirtió ayer de que "la profunda crisis de precios del sector agrario desencadenada a lo largo de 2010, asfixia a agricultores y ganaderos andaluces". En un informe sobre el balance del año, UPA indicó que la agricultura y la ganadería están aquejadas por una doble crisis: la global y la particular que está sufriendo el propio sector. "Los precios que recibimos son ruinosos, obligando a cerrar explotaciones, que son incapaces de sobreponerse a la crítica situación de precios bajos", señaló. No obstante, el papel que juega el sector agrario en el tejido económico andaluz es muy importante, puesto que la producción agraria ha rozado este año los 10.000 millones de euros.
