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Todos a la altura

El 25 de abril de 1998 fue el día del desastre del vertido tóxico de Aznalcóllar. Ante el mayor desastre ecológico de Europa todos estuvieron a una para hacerlo irreversible. Hoy, la Junta de Andalucía puede decir con orgullo que la zona está en mejores condiciones que antes de que se produjera el vertido.

el 15 sep 2009 / 03:39 h.

El 25 de abril de 1998 fue el día del desastre del vertido tóxico de Aznalcóllar. Ante el mayor desastre ecológico de Europa todos estuvieron a una para hacerlo irreversible. Hoy, la Junta de Andalucía puede decir con orgullo que la zona está en mejores condiciones que antes de que se produjera el vertido. El Centro Superior de Investigaciones Científicas, la Estación Biológica de Doñana, los técnicos, científicos, políticos, ciudadanos de a pie que participaron en los titánicos trabajos de limpieza; todos los que han trabajado y siguen trabajando en la recuperación de la zona, pueden estar orgullosos de haber demostrado que si se quiere se puede y que nada reversible tiene que ser irreversible, si se pone empeño político, conocimiento, voluntad y dinero para que las cosas funcionen como tienen que funcionar.

La recuperación de lo que fue un mar de lodos; la vuelta al lugar de pájaros, peces, reptiles, insectos, la vida en fin, es una realidad que debe ser celebrada. La imagen de las instalaciones de explotaciones fotovoltaicas, productoras de energía limpia, sobre lo que fue la balsa de la que salió el veneno; cada uno de los logros tras la gesta de limpieza de los suelos envenenados, debe conocerse. En los días del desastre hubo quienes se excedieron en la apreciación sobre la imposibilidad de recuperar el lugar, a la vista está que, felizmente, se equivocaron. El pesimismo recorrió el mundo y, por lo mismo, sería justo que de lo hecho se supiera en el mundo o, al menos, en la España presta a atender noticias de desastres, siempre que se sirvan desde una Andalucía tantas veces mal contada.

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